
Los gases renovables, como el biometano, son una de fuentes de energía renovables alternativas en que la Comunidad Valenciana sigue a la cola y muy lejos de los objetivos planteados. Según ha comunicado Naturgy, el grupo gasista está gestionando 34 solicitudes de nuevas plantas para inyectar su futuro producción de gas renovable en su red en la Comunidad Valenciana.
Según la empresa energética, estas instalaciones en el territorio valenciano tendrán capacidad para inyectar cerca de 1.300 GWh anuales en la red. La distribuidora del grupo, Nedgia tiene en cartera 290 solicitudes de proyectos en toda España que podrían inyectar un volumen de gas renovable en su red superior a los 10,7 TWh, cifra equivalente al consumo anual de 4,3 millones de hogares. De ellos, 18 proyectos ya se encuentran en un estado de desarrollo avanzado y comenzarán a distribuir gas renovable en la red a lo largo de 2024 y 2025. Estas cifras ilustran el gran potencial de este renovable en España.
Precisamente Naturgy es uno de los principales socios de los promotores valencianos de estos proyectos, como en el caso de Genia, cuyos planes están ligados a industrias agroalimentarias fundamentalmente, para utilizar residuos tanto agrícolas como de los procesos de producción industrial. De hecho, la firma ya ha puesto en marcha varias instalaciones en otras autonomías y cuenta con proyectos en otros países.
También otras empresas como valencianas como Montagut, Selev Biogroup o Grupo Gimeno, a través de Sitra, Biovic y Facsa, están apostando por aprovechar su tecnología, aunque buena parte de sus proyectos se ubican en otras provincias españolas.
Ruta sin arrancar
El anterior Gobierno del Botànic presentó en 2022 la Ruta Valenciana del Biogás en la que preveía la creación de hasta 100 nuevas plantas en el territorio autonómico, de las que un 60% serían privadas y el resto públicas.
La inversión total prevista es de 500 millones de euros, de los que los Fondos de Recuperación provenientes de los Next Generation supondrían la mayoría, 300 millones. La Generalitat asumiría otros 150 millones mientras que los inversores privados apenas 50 millones.
La hoja de ruta pretende que de los 0,26 TWh actuales que se generan en la región se consiga multiplicar por nueve, hasta 2,34 TWh. Supondría el 22,5% del objetivo planteado para toda España por el Gobierno central. Pese al incremento, se trataría de un volumen aún muy limitado del consumo actual de gas natural de la Comunidad Valenciana, un 6,5% de un volumen que supera los 36,07 TWh.
El grueso de ese incremento debería venir de residuos procedentes del sector ganadero y de restos agrícolas, que debería multiplicar por 24 su producción actual en 2030, hasta 1.248 GWh. En el caso de los residuos de la industria agroalimentaria supondría multiplica por 16, a 564 GWh. En el caso de los residuos orgánicos, los procedentes de la fracción de la recogida de la basura, también debe aumentar 14 veces, hasta 259 GWh. Una previsión en la que solo se prevé destinar un 25% de ese tipo de deshechos. La otra pata serán las depuradoras, que ya son las que más biogás producen en la Comunidad Valenciana.