
La petrolera estatal saudí Aramco, la mayor del mundo, registró en 2022 un beneficio neto récord de 161.000 millones de dólares, un 46,5% más que en el año anterior gracias al alza en los precios del crudo por la guerra en Ucrania y la mayor demanda de petróleo tras la pandemia. No obstante, el panorama mundial ha cambiado mucho en tan solo unos meses, con los mercados experimentando turbulencias debido a las subidas de tipos de interés por parte de los bancos centrales de EEUU y Europa. Una situación ante la que varios países de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y aliados (la OPEP+) respondieron anunciado recortes voluntarios de 1,16 millones de barriles diarios en la producción de este combustible fósil, lo que hizo subir los precios mundiales hasta un 7%. Sin embargo, estos intentos no han impedido que las ganancias de la compañía saudí sufran la primera caída interanual desde 2020. Y esta podría ser una de las causas de que la salida a bolsa de su unidad de comercialización de energía se haya visto ralentizada.
En concreto, la petrolera propiedad principalmente del Gobierno saudí obtuvo en el primer trimestre de 2023 unos beneficios de 31.900 millones de dólares. Esto supone una caída del 19% con respecto al mismo periodo del año pasado, cuando Aramco ganó 9.500 millones de dólares. Aún así, estas cifras superaron las estimaciones de los analistas, quienes situaron las ganancias de la compañía entre enero y marzo en 30.500 millones de dólares.
Además, pese a estos resultados, la compañía sigue siendo uno de los productos de crudo más rentables del mundo. Prueba de ello es que sus ganancias entre enero y marzo casi triplicaron las generadas por ExxonMobil, la mayor empresa del sector estadounidense.
Lo que no está tan claro es el papel que ha jugado esta caída de los beneficios en la ralentización del proceso de salida a bolsa de Aramco Trading. En un primer momento, el plan de la petrolera era que la unidad empezase a cotizar en Riad a finales de 2022 o principios de este año, según publicó en su momento Bloomberg. E hizo ciertos avances en ese sentido. Por ejemplo, en octubre, estaba en conversación con varios bancos -entre ellos Goldman Sachs, JPMorgan y Morgan Stanley- mientras buscaba una valoración de más de 30.000 millones de dólares. Tres meses después, la compañía se fusionó con Motiva Trading, propietaria de la mayor refinería de EEUU, y se convirtió en su oficina regional.
Pero el paso más importante, el debut bursátil, todavía no se ha producido. Es más, de acuerdo a lo mencionado por personas con conocimiento del asunto a Reuters, se ha pospuesto. Ya en octubre, las fuentes señalaron a Bloomberg que todo dependería de las condiciones del mercado, pues un escenario poco favorable podría hacer que fuera difícil listar un negocio tan grande en Riad. En el último mes, el precio del barril de Brent, de referencia global, ha caído casi un 8,45%, pasando de los 82,02 dólares a los 75,10 dólares, muy por debajo de los niveles previos a la guerra. Desde el 4 de mayo, cuando llegó a los 71,12 dólares, ha remontado un 5,60%, aunque sigue lejos de los 84,55 dólares alcanzados en enero.
A esto se suma, además, que la integración de Aramco Trading con Motiva Enterprises sigue sin completarse y la petrolera quiere centrarse primero en esto antes de proseguir con la salida a bolsa. A día de hoy no se ha establecido un nuevo calendario y, a menos que cambien los mercados, no se descarta que la operación se retrase hasta el año que viene.