
La potencial amenaza rusa de un corte total del suministro de gas de cara al próximo invierno deja a la Unión Europea (UE) en una situación "increíblemente precaria". Es el resumen de situación de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que ha instado a los Veintisiete a impulsar el almacenamiento de gas mediante la reducción de la demanda en empresas y hogares.
A la espera de conocer las medidas de la Comisión Europea (el plan se presentará el próximo 26 de julio), la estrategia que propone la AIE contra la "alerta roja" que supone Rusia es aumentar temporalmente el uso del carbón y el petróleo en la generación de electricidad, además de la energía nuclear. Pero también pasa por implicar a los hogares, reduciendo su demanda de electricidad mediante el establecimiento de estándares y controles de refrigeración y fomentando cambios de comportamiento entre los consumidores. La amenaza de Rusia con el gas es ya casi una realidad.
Los cinco mandamientos
En este contexto difícil, la AIE ha propuesto cinco acciones concretas que los líderes europeos deben tomar para un enfoque más coordinado en toda la UE para prepararse para el próximo invierno.
-Introducir plataformas de subastas para incentivar a los usuarios de gas industrial de la UE a reducir la demanda. Los consumidores de gas industrial pueden ofrecer parte de su suministro de gas contratado como producto de una reducción de la demanda a cambio de una compensación, lo que puede generar mejoras en la eficiencia y un proceso de licitación competitivo. Ya hemos visto modelos de subastas desarrollados en Alemania y propuestos en los Países Bajos.
-Minimizar el uso de gas en el sector eléctrico. Esto se puede hacer aumentando temporalmente la generación a base de carbón y petróleo mientras se acelera el despliegue de fuentes bajas en carbono, incluida la energía nuclear donde sea políticamente aceptable y técnicamente factible.
-Mejorar la coordinación entre los operadores de gas y electricidad en toda Europa, incluidos los mecanismos de reducción de picos. Esto puede ayudar a reducir el impacto de un menor uso de gas en los sistemas de energía. Debería incluir una cooperación estricta en el funcionamiento de las centrales térmicas a nivel nacional y europeo.
-Reducir la demanda de electricidad de los hogares mediante el establecimiento de estándares y controles de refrigeración. Los edificios gubernamentales y públicos deberían tomar la iniciativa en esto para dar ejemplo, mientras que las campañas deberían fomentar cambios de comportamiento entre los consumidores.
-Armonizar la planificación de emergencias en toda la UE a nivel nacional y europeo. Esto debería cubrir medidas para la reducción del suministro y mecanismos de solidaridad. Para superar la crisis actual, la UE necesita una acción unificada.
Hay que actuar ya
"Si este tipo de medidas no se implementan ahora, Europa estará en una posición extremadamente vulnerable y bien podría enfrentarse a recortes y restricciones mucho más drásticos en el futuro", explican los expertos de la AIE.
Además de las medidas anteriores, los gobiernos europeos también deben preparar a la gente de Europa para lo que pueda venir. Las campañas de concientización pública en el contexto de una crisis energética han tenido éxito anteriormente en la reducción de la demanda de energía a corto plazo en varios puntos porcentuales. "Cada acción cuenta. Pasos simples, como bajar un par de grados la calefacción en Europa, pueden ahorrar la misma cantidad de gas natural que el gasoducto Nord Stream suministra durante el invierno", sentencia.