
El Ministerio de Transición Ecológica cuenta con un Plan de Emergencia para el Sistema gasista que se ha quedado desfasado por la crisis con Rusia. En el documento, al que ha tenido acceso elEconomista, el departamento de Teresa Ribera prevé la aplicación de un peaje interrumpible que desde hace dos años ya no existe en el mercado. Además, el documento apenas considera como elementos de riesgo un corte de suministro desde Argelia o una avería en las infraestructuras y deja fuera una posible escasez de gas en el mercado.
Ante esta situación, la vicepresidenta se ha reunido a lo largo de esta semana con industriales, empresas energéticas y consumidores para avanzar en un Plan de Contingencia que permita reducir el consumo y, llegado el caso, poder convertir a España en un apoyo para el abastecimiento a Europa.
El próximo 20 de julio, la Comisión Europea presentará su comunicación "Save gas for a save winter" -tal y como adelantó elEconomista.es este pasado miércoles- en la que, entre otras medidas, se instará a reducir hasta en dos tercios el consumo de gas ruso.
El paquete que prepara Bruselas supondrá la adopción de incentivos para incrementar el número de termostatos o reducir los consumos tanto de las administraciones públicas como de los hogares pero también servirá como puesta a punto de los planes de emergencia de la UE que se implementaron tras los cortes de suministro de Rusia en 2009 y que nunca habían tenido que afrontar una situación de estrés como la actual.
Este plan comunitario llega después de que Hungría haya declarado ya su nivel de emergencia energética. Francia ha instado a reducir el consumo a sus ciudadanos y Alemania mantiene un nivel de alerta elevado por el riesgo de que el próximo 21 de julio Gazprom decida no reabrir el Nord Stream 1, la principal entrada de gas a Europa.
Para colmo, la Justicia europea ha dado un varapalo adicional al Nord Stream 2 esta misma semana que ha servido para incrementar la tensión existente con Rusia. En este contexto, Bruselas ha instado a revisar los planes de los estados y recordado los sistemas de solidaridad en caso de crisis.
Transición Ecológica prevé hacer uso de unos contratos de interrumpibilidad que ya no existen
La UE ha creado cinco grupos regionales para facilitar los apoyos entre estados. España forma parte de un grupo con Portugal y Francia, uno de los países que podría acabar necesitando asistencia en los próximos meses si la situación de su parque nuclear no mejora.
En todo caso, los estudios llevados a cabo por Entsog, Enagas y Red Eléctrica determinan que la situación de España es correcta y el riesgo de problemas de suministro reducido pero el Gobierno quiere asegurarse y está tratando de retrasar el cierre de una planta de carbón de Endesa. Otra cosa diferente serán los precios a pagar para poder atraer el gas necesario hacia las regasificadoras españolas. Desde diciembre el coste del abastecimiento de gas prácticamente se ha duplicado.
Dentro del plan de emergencia de Transición Ecológica, al igual que en la Estrategia Nacional de Seguridad Energética, se sitúa como principal riesgo de suministro una interrupción del abastecimiento desde Argelia pero apenas se tiene en cuenta las consecuencias que podría tener para España un corte de suministro por parte de Rusia.
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El plan del Gobieron prevé el uso de algunas medidas que en estos momentos no podrían aplicarse de forma rápida. El Ejecutivo plantea el uso de la interrumpibilidad en las industrias que desde hace unos años dejó de contratarse. De hecho, GasIndustrial reivindicó en su encuentro con la vicepresidenta que se recuperara esta medida clave para hacer frente a una situación de alerta.
El Gobierno español fija en los 150 GWh/año -una gran industria- el corte para la adopción de medidas de restricción de suministros. En los protocolos previstos, Enagas elaborará un Plan de Restricción a estos consumidores que incluirá el número de identificación (CUPS), la estimación de los volúmenes a interrumpir, el inicio y la duración del corte, localización por punto de conexión, así como las comercializadoras afectadas, lo que supondría adoptar el camino más radical, ya que Bruselas insta a hacerlo mediante fórmulas voluntarias para reducir el impacto en la economía.
El gestor técnico del sistema comunicará mediante correo electrónico el Plan de Restricciones a los distribuidores y transportistas afectados para su análisis, pudiendo estos, en su caso, proponer alternativas que consideren más eficaces. Enagas informará del plan de restricciones al Grupo de Gestión de Crisis y al Ministerio para la Transición Ecológica en calidad de Autoridad Competente.
El documento apenas contempla un corte de Argelia o una avería de las infraestructuras
En el caso de que el consumidor final afectado por la restricción sea una instalación de generación eléctrica, la interrupción y eventual prórroga deberán ser previamente acordadas con Red Eléctrica, que podrá rechazarla si considera que puede suponer un riesgo para el sistema eléctrico. Dicha decisión deberá ser notificada también al Ministerio de manera justificada
En el caso de que la situación empeorase, y si después de elaborar el Plan de Restricciones de consumidores superiores a 150 GWh/año, no se garantizase el suministro del resto del consumo firme así como de los consumidores protegidos (hogares y servicios esenciales), Enagás dará instrucciones a los titulares de las instalaciones involucradas para interrumpir el suministro a consumidores no protegidos con un consumo igual o inferior a 150 GWh/año con un procedimiento similar al anterior.
Cuando entre los consumidores afectados por la interrupción se encuentren clientes protegidos, el distribuidor será el encargado de comunicar la situación de forma general a través de medios de amplia difusión, además de a los organismos oficiales afectados (comunidades autónomas, administraciones locales, Dirección General de Protección Civil y Emergencias, etc.) a los servicios esenciales afectados. La comunicación se realizará de forma directa desde los distribuidores a los consumidores, informándoles puntualmente de la evolución de la contingencia y previsión de normalización del suministro, siempre en función de los medios disponibles.
En función de la situación, el Gobierno prevé tres niveles de alerta: alerta temprana, alerta y emergencia así como las respuestas en cada uno de estos niveles.
Alerta temprana
En caso de registrarse este nivel, el gestor del sistema facilitará las operaciones de logística de buques de GNL promoviendo la entrada al sistema de gas adicional en colaboración con los operadores y usuarios. Los usuarios afectados deberán actuar de manera inmediata aprovechando la flexibilidad en los contratos de aprovisionamiento y la liquidez del mercado internacional
Se prevé también promover el incremento de las entradas por gasoductos internacionales o plantas de regasificación. Los usuarios que dispongan de gas en las plantas podrán cubrir parte del desabastecimiento haciendo uso de las existencias y de la capacidad de emisión disponible, siempre y cuando exista dicha capacidad y se disponga de GNL adicional en los tanques.
La emisión extraordinaria podría producirse desde las plantas de regasificación, que cuentan con una capacidad total de emisión de 1.916 GWh/día. En ese punto, si no se hubieran activado previamente, el gestor activará los Acuerdos de Asistencia Mutua con Teréga (Francia), REN (Portugal) o ambos simultáneamente. Si no se hubieran activado previamente, se facilitaría el uso de las existencias del Plan de Actuación Invernal (PAI).
A partir de ahí se informaría al Regional Coordination System for Gas, con objeto de realizar un seguimiento conjunto de la crisis con los diferentes estados miembros y beneficiarse del tratamiento conjunto de la misma.
Alerta
Si la situación empeora, el Grupo de Gestión de Crisis impulsará el segundo paquete de medidas. El sistema cuenta con la posibilidad de cortar el suministro a los clientes interrumpibles para aminorar los efectos de este posible fallo pero desde hace años este tipo de contratos no se materializan.
Las comercializadoras afectadas por la falta de aprovisionamiento actuarían sobre su mercado interrumpible comercial desde el primer día. El GTS, siguiendo el procedimiento de interrumpibilidad vigente, aplicará el corte al mercado convencional con peaje interrumpible -ahora mismno a nadie-, y al mercado eléctrico con dicho peaje, previa comunicación y coordinación con REE.
En este extremo, se promoverá la disminución de las salidas por gasoductos internacionales sin menoscabo de la seguridad de suministro de los estados adyacentes. Al mismo tiempo, se aplicará una optimización del consumo de los ciclos combinados, garantizando la seguridad del Sistema Eléctrico. En el momento del fallo, REE analizará la flexibilidad del Sistema y en coordinación con los agentes, facilitará la reducción de carga posible.
Declaración de Emergencia
Si el riesgo de corte al mercado firme persiste, la autoridad declarará la situación de emergencia, informando inmediatamente a la Comisión Europea, en particular de las acciones que pretenda adoptar. En este nivel, las medidas a adoptar se llevan a cabo ya con la aprobación del Consejo de Ministros ya que requerirán la extracción de las reservas estratégicas con vistas a salvaguardar el suministro de gas a los clientes protegidos.
La interrupción al suministro firme, aplicando el principio de responsabilidad individual y salvaguardando el suministro de los clientes protegidos. Una mayor reducción del consumo de los Ciclos combinados en colaboración con REE, salvaguardando la seguridad del suministro En circunstancias extraordinarias debidamente justificadas el Gobierno podrá adoptar medidas que se aparten del PE, informando inmediatamente a la Comisión sobre esas medidas.
La estrategia corrige el desbalance durante un margen de tiempo suficiente
Tras una emergencia, con la mayor prontitud y a más tardar seis semanas después, se facilitará una evaluación detallada de la emergencia y de la eficacia de las medidas aplicadas, incluidos el impacto económico, el impacto en el sector de la electricidad y la asistencia prestada a, o recibida de la Unión y sus Estados miembros.
El plan reconoce que ante un déficit de suministro prolongado, las medidas disponibles en el sistema podrían no ser lo suficientemente eficaces como para corregir la situación. No obstante, la estrategia corrige el desbalance durante un margen de tiempo suficiente para que los comercializadores puedan reaccionar asumiendo que hay liquidez en el mercado gasista mundial. El plan explica que en la actualidad, no existen medidas específicas encaminadas a salvaguardar la seguridad de suministro tanto de calefacciones urbanas, apenas existentes en España, como de ciclos combinados.