La industria intensiva en consumo de gas y electricidad ha alertado de que el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) que el Gobierno pretende resucitar, puede suponer un golpe muy fuerte a una industria gasintensiva "ya muy castigada, que lucha por matener a flote su actividad y su empleo en el peor contexto posible".
GasIndustrial declara que, de aprobarse la medida, esta "provocará una subvención cruzada de costes entre los diferentes consumidores finales" y avisan de que las aportaciones al fondo "irán en aumento cada año hasta llegar a 1.200 millones de euros, que en el lustro de vigencia sumarán un total de más de 3.500 millones".
"La industria consume el 60% del gas nacional, el doméstico representa el 20% y la generación de ciclos combinados el otro 20%. Al dispararse los precios del gas en octubre de 2021, el Gobierno protegió al consumidor doméstico congelando la tarifa. Ahora, el mecanismo del "tope al gas" reconoce unos costes de gas a los ciclos para impedir que se trasladen costes al consumidor eléctrico" añaden desde la asociación.
Demanda
Esta ve, además, "inaudito" que el proyecto del FNSSE no especifique la cantidad a compensar por la industria, ni tenga en cuenta que, según la tramitación actual de las directrices europeas de ayudas de Estado, esta compensación "pueda incluso ser ilegal".
"El nivel de incertidumbre del consumidor gasintensivo es extremo y necesita un mecanismo de protección. Es aventurado implantarlo sin asegurarse de que la industria estará exenta o bien que podrá compensar el sobrecoste", añade.
El sector demanda "urgentemente" medidas de competitividad energética que eviten la deslocalización de la industria, pues de no contar con esos apoyos "es más que probable que las producciones se vayan trasladando a otros países con costes más competitivos".