
A pesar de las tensiones geopolíticas con Argelia por el cambio de postura de la política exterior de España hacia Marruecos, la exportación de gas hacia nuestro país no ha hecho más que crecer en los últimos 10 días. Concretamente, el flujo de gas que atraviesa el gasoducto del Medgaz ha aumentado hasta un 24%.
Desde el pasado mes de octubre, el Estado argelino suspendió el envío de gas a España a través de Marruecos pero incrementó notablemente el envío a través de Medgaz. En abril, tras conocerse la nueva posición de política exterior española sobre el Sáhara, se redujo el flujo de gas que se recibe por Almería. En aquel momento, fuentes de Naturgy achacaron la bajada a una menor demanda pese a que las cantidades que estaban entrando en el país iban prácticamente directas hacia Francia.
La semana pasada, tras una avería de Reganosa, el flujo que llega a través de Medgaz volvió a incrementarse más de un 20% pero los niveles de exportación tanto a Francia como a Portugal se han reducido desde entonces.
A pesar de que el país africano anunció este miércoles la ruptura del Acuerdo de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación, el contrato que Sonatrach mantiene con Naturgy garantiza que el gas seguirá llegando en la misma proporción hasta mínimo 2032.
El Gobierno español, por su parte, se encuentra en estos momentos estudiando las "implicaciones prácticas" de la suspensión del comercio exterior decretado a última hora de este miércoles por Argelia, pero descarta casi al completo que esto vaya a tener efectos sobre el suministro de gas argelino y las relaciones con las gasísticas españolas. Naturgy está inmersa en un proceso de negociación de precios para el periodo de 2022 a 2024, con efectos retroactivos, pero los volúmenes no están en discusión.
"Granero" de gas
A pesar de la reducción en los niveles de exportación, sin duda alguna España ya exporta más gas a Francia del que importa por gasoducto desde Argelia, según datos del sistema de transporte del operador gasista Sedigas. Las dos interconexiones entre España y Francia (el Larrau-Alçay y el Irún-Biriatou) solían funcionar tradicionalmente en sentido norte-sur, es decir, para surtir gas a España desde Francia.
Sin embargo, con el estallido de la guerra en Ucrania el envío de gas se ha disparado en sentido contrario, hasta alcanzar la capacidad máxima en ambos tubos que asciende hasta alcanzar los 225 GWh reversibles tanto de importación como de exportación. Esto supone transportar un máximo de 7 bcm de gas natural (lo que equivale a 7.000 millones de metros cúbicos) al año.
Si se busca otra comparativa, esta cantidad equivale a la llegada de siete barcos de gas natural licuado (GNL) al mes. Por otra parte, fuentes del sector afirman que la recarga de barcos con GNL se ha incrementado en un 289% en lo que va de año. De esta forma, se puede enviar el GNL que llega a España a otros países europeos.