El Gobierno argelino, ante el cierre este domingo del gasoducto Magreb-Europa, se ha comprometido con el español a complementar el suministro de gas a España a través del gasoducto Mezgaz con cargamentos de gas natural licuado (GNL) en barco, mediante un calendario de entregas que ambos países deben definir.
Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno, ha comparecido en Argel junto al ministro argelino de Energía y Minas, Mohamed Arkab, al que ha agradecido el compromiso y las garantías aportadas por Argelia para suministrar gas a España y cumplir los contratos firmados por las empresas españolas y argelinas.
"Se ha explicitado la garantía total con respecto a los volúmenes pactados hoy", ha declarado Ribera, añadiendo que también se ha abordado el modo de satisfacer una eventual mayor demanda por parte de España.
"El ministro nos ha explicado cómo poder acometer este transporte de gas a través del gasoducto de Medgaz, vista que la relación contractual con el gasoducto del Magreb expira el 31 de octubre, y cómo complementarla con gas natural licuado, con arreglo a un calendario que tenemos que precisar en la mejor manera posible para asegurar que todo funciona del modo también más fluido y mejor posible", ha indicado la vicepresidenta.
Durante el encuentro también se han tratado otros ámbitos de la energía, incluida una interconexión eléctrica. "Hemos hablado de otros muchos asuntos, como las nuevas formas de energía renovable, el almacenamiento o el hidrógeno, y, en su caso, la construcción de un cable eléctrico que permita la interconexión entre los dos continentes, incrementando la capacidad que hoy existe" y ha planteado que "pueda llegar a materializarse en los próximos años".
Finalmente, se ha planteado la posibilidad de dar continuidad y profundizar las condiciones y compromisos del Memorando de entendimiento (MoU) firmado en 2018 en relación a la cooperación en materia de energía de los dos países, con peso industrial, energético, laboral y formativo.
La incertidumbre sobre el suministro de gas argelino, clave para la industria española y europea, había crecido desde que en agosto pasado Argelia rompiera relaciones diplomáticas con Marruecos y anunciara su decisión de no utilizar el Gaseoducto Magreb Europa (GME), que nace en el desierto argelino y llega a España a través de Marruecos, una vez que expire el contrato el próximo 31 de octubre.
España se encuentra en estos momentos, al borde de terminar la fase de almacenamiento subterráneo, en niveles del 78%, los más bajos en diez años, y ha reforzado la cantidad de gas almacenado en tanque en las plantas regasificadoras para poder vehicularlo con una mayor facilidad. El propio presidente de Enagás, Antonio Llardén, aseguró esta semana que desde el gestor técnico del sistema se estaban tomando todas las medidas posibles para poder garantizar el abastecimiento este invierno.
Argelia es el principal suministrador de gas de España que cuenta con otro gasoducto, el Medgaz, que llega directamente a Almería sin pasar por territorio marroquí. El pasado 30 de septiembre el régimen argelino ya garantizó al ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, de visita en Argel, el suministro de gas a través de ese otro gasoducto de Medgaz.
Además, Argelia prometió compensar el descenso o los posibles problemas de suministro con una flota de buques con gas licuado, según dijeron entonces a Efe fuentes próximas al ministerio de Petróleo. A lo largo de los últimos meses, el Gobierno ha estado negociando con Argelia y Marruecos la continuidad del suministro a través del gasoducto del Magreb.
Argelia quiere dejar de suministrar el gas que recibe Marruecos -alrededor de 1 bcm (miles de millones de metros cúbicos/año)- desde este tubo y, por ese motivo, se ha pedido que este gasoducto se convierta en reversible en el tramo entre España y Marruecos. Con esta fórmula, España podría abastecer dicha cantidad desde la península y facilitar la continuidad de este tubo.
Ribera afronta un nuevo frente en el sector energético mientras siguen disparados los precios en el mercado mayorista de la electricidad que han llevado al Gobierno a tomar nuevas medidas para paliar el impacto en la factura.
El Gobierno también ha planteado esta misma semana en Luxemburgo impulsar una reforma europea de los mercados del gas y la electricidad en la Unión Europea (UE) proponiendo, entre otros puntos, sacar el precio del gas del sistema marginalista en casos de violentas escaladas de precios como la actual.
El gasoducto, construido a finales del pasado siglo gracias a la colaboración entre la española Enagás y la sociedad nacional argelina de hidrocarburos Sonatrach, enviaba cada año más de 8.000 millones de pies cúbicos de gas a España a través de una tubería de 1.400 kilómetros que arranca en el corazón del desierto argelino, penetra en territorio marroquí y se sumerge en el estrecho de Gibraltar.