
La Asociación de Grandes consumidores electrointensivos ha asegurado hoy que la propuesta de tope del gas que ha aprobado el Gobierno -pero que sigue sin tener el permiso de Bruselas- puede suponer un duro golpe para su competitividad. En opinión de estos industriales, los consumidores franceses no contribuirán a pagar el coste de esta medida de modo que sus industrias podrán beneficiarse de unos precios más bajos en España sin aportar -como prometió la vicepresidenta Teresa Ribera- su parte correspondiente.
Para los industriales electrointensivos, el RDL 10/2022 genera incertidumbres que dificultan la estimación de su impacto. No se conoce con precisión la demanda que pagará la compensación al gas por el ajuste, al no saber qué volumen de los contratos de suministro a precio fijo se renovarán desde junio y cuánto incrementarán la demanda que financiará los ajustes, ni tampoco el impacto en las rentas de congestión de la interconexión eléctrica con Francia. La medida además no contempla que los consumidores franceses paguen el ajuste que si desembolsaremos españoles, portugueses y marroquíes.
AEGE reclama al Gobierno español y a la Comisión Europea que revisen dicho apartado para que no financiemos a Francia y sus consumidores puedan beneficiarse, además de disfrutar de la tarifa ARENH de 42 euros/MWh que no tienen los industriales españoles.
Los grandes consumidores industriales además insistieron en que en ausencia de ofertas de contratos de suministros eléctricos competitivos, no ligados al precio del gas, es preciso que el Gobierno convoque las subastas de tecnologías inframarginales (nuclear, hidráulica y renovables) para lograr un suministro competitivo.
Si en 2022 la producción térmica es la de 2021 —ciclos combinados, 37,58 TWh; carbón, 4,94 TWh; cogeneración, 26 TWh, total 68,52 TWh— y siendo la cogeneración sin marco regulado de retribución de 4 TWh, habría que compensar una producción de 46,52 TWh/año, con un impacto en los 12 meses de unos 4.100 millones de euros previstos de aplicación de la medida. En los primeros siete meses, la compensación se estima que aplicaría a 27,2 TWh, topando el precio del gas hasta noviembre a 40 euros/MWh y en diciembre a 45 euros/MWh.
Para un gas de 90 euros/MWh topado a 40 y 45 euros/MWh, habrá que compensar unos 2.440 millones de euros en estos siete primeros meses. Para una demanda que pague esa compensación supuesta del 50% de la total, unos 70 TWh en esos 7 meses, el impacto sería de 35 euros/MWh. Si descontamos los ingresos adicionales de la renta de congestión con Francia, entre 5 y 10 euros/MWh, por aplicar este mecanismo, la compensación a pagar por los consumidores sería de 25 a 30 euros/MWh.
De junio a noviembre, el tope de 40 euros/MWh al gas, implicará un precio del pool de 115 euros/MWh y para diciembre, topado a 45 euros/MWh, de 125 euros/MWh. Hoy los futuros marcan precios de 150 euros/MWh hasta fin de año, superiores a estos valores y que deberán ir convergiendo.
De junio a diciembre, el precio estimado del pool más la compensación de gas a satisfacer suman unos 150 euros/MWh frente a los 220 euros/MWh actuales (precio medio del pool de enero a abril de 2022), es decir una rebaja del 30%.
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