
La descarbonizadora española Prime Management diseña proyectos innovadores para cubrir el 100% del consumo energético de ganaderías intensivas.
"Nosotros hemos visto muchísimos artículos que dicen que los unicornios del futuro ya no son las tecnológicas, sino las descarbonizadoras", cuenta a elEconomista Pelayo Hachuel, fundador de Prime Management Engineerings junto a Daniel Rodríguez.
Se refiere a las palabras de Larry Fink, patrón de BlackRock, que en enero dijo esto en su tradicional carta anual a los consejeros delegados: "Los próximos 1.000 unicornios no serán motores de búsqueda ni empresas de redes sociales, sino innovadores sostenibles y escalables: empresas emergentes que ayuden al mundo a descarbonizarse y a hacer que la transición energética sea asequible para todos los consumidores".
Para mucha gente, la palabra de Fink es casi sagrada, pero para Hachuel y Rodríguez fue la confirmación de que iban por el buen camino; el que iniciaron hace algo más de un año cuando se lanzaron al negocio de la transformación de los residuos y deshechos de la agricultura y la ganadería intensivas en electricidad.
El primer sector espera la llegada de las garantías de origen para que despegue el biogás
"Un bovino [una vaca o un buey] produce unos 60 kilos al día de purín; imagínate el problema que es para un ganadero, no solo a nivel medioambiental por emisiones de metano, también a nivel de afectación de suelos y, finalmente, tiene que pagar para que se lleven los purines porque es un cúmulo constante", relata Hachuel, presidente de la firma de ingeniería.
En pleno auge de la economía circular, Prime Management propone una "solución viable a nivel financiero y operativo" para cualquier tipo de consumidor. "Con nuestros proyectos creamos un ahorro al ganadero. En todos los proyectos que diseñamos cubrimos el 100% del consumo energético, tanto de gas como electricidad, y sí o sí creamos excedente, con lo cual pasamos de tener un matadero o un ganadero que tienen unos costes inasumibles de energía a convertirlo incluso en un beneficio", explica su presidente.
La clave para conseguir esto es, principalmente, que el ganado esté formado por vacas y cerdos, ya que el poder calorífico y la producción de purines en el ganado bovino y porcino son los suficientemente elevados para cubrir el consumo medio de la energía de ganaderías y mataderos.
"Tienes un impacto en tus costes desde el minuto uno", subraya Hachuel. "Una cosa es que tú recuperes la inversión y otra cosa es que ya desde el minuto uno tengas una cobertura de costes y tengas unos márgenes superiores al nivel de venta de tu producto", puntualiza. Se trata de "pasar de pagar para que se lleven los purines a que se convierta ya no en un beneficio para el ganadero, sino que es oro para el ganadero al final", afirma. Por si alguien se lo pregunta, el punto de equilibrio o umbral de rentabilidad de esa inversión inicial se alcanzaría en un máximo de cinco a seis años.
Los fundadores de esta empresa descarbonizadora se han especializado en el ámbito de las energías renovables a raíz de su trabajo en grandes consultoras internacionales -las llamadas Big Four-. Fue esta experiencia la que les llevó a "crear ad hoc" la joven compañía, buscando distinguirse "tanto en el enfoque como en la puesta en marcha" de las plantas de biogás o de las instalaciones fotovoltaicas.
Brecha con Europa
Pero, además, cuentan con una narrativa propia que les ayuda a construir su identidad pese a su corta existencia. Todo empezó hace unos años en Tanzania, en un viaje de cooperación con una ONG. Allí, en un pequeño pueblo del país africano, fabricaron con sus manos una planta de biogás casera que alimentaban con residuos orgánicos y aguas residuales. El objetivo era cubrir parte de la energía consumida por los habitantes del lugar y producir agua para el regadío.
Ahora, tras meses de siembra, empiezan a recoger los primeros frutos de la cosecha. Su primer proyecto en España fue una planta de biogás pero con residuos de basura, y están hablando y cerrando acuerdos con ganaderías y empresas del sector agrícola y de alimentación por todo el país: Canarias, Extremadura, Segovia, Madrid... Incluso han conversado con el Gobierno de Aragón para llevar a cabo un proyecto estratégico de gran tamaño que pueda reunir los purines de diferentes ganaderos de la región, una de las que más cabezas de ganado porcino tiene de España.
"Nos llama la atención que no conozcan tanto el concepto", admite Hachuel, en referencia a los ganaderos y agricultores con los que hablan. "A nivel nacional -añade- vemos que hay un gap [una brecha] enorme en comparación al avance de países muy cercanos como Francia y Alemania en este tipo de proyectos, que realmente es el futuro".
Y es que, como publicaba este periódico hace unos días, frente a las casi 20.000 plantas de biogás que hay en Europa, apenas hay 250 en suelo español. Aquí, el sector espera como agua de mayo el denominado sistema de garantía de origen para que el biometano despegue.
Se trata de un certificado para las energías renovables, similar a los bonos de carbono. "Lo bueno es que, gracias a las garantías de origen (comparado a los bonos de CO2), cuando compras esos certificados estás financiando algo bueno, que es el medio ambiente -recalca Pelayo Hachuel-. Cuando compras bonos de CO2 estás ayudando a que se siga emitiendo, lo cual es algo negativo".