España y Portugal acaban de alzarse con una victoria tras el respaldo de la Comisión Europea a la llamada excepción ibérica. El éxito de la reivindicación parece haber animado a ambos gobiernos a pedir más a Bruselas.
Los dos países han vuelto a unirse y han enviado una propuesta a la Comisión y al Consejo Europeo, a la que tuvo acceso elEconomista, en la que se reclama una nueva excepción ibérica. La petición, en este caso, se centra en que ambos países puedan contabilizar sus stocks de gas natural licuado para el objetivo de almacenamiento que reclama la Comisión Europea (80% para 2022 y 90% para 2023). "La Península Ibérica debe ser considerada de manera explícita como una región con circunstancias distintivas. El papel de las instalaciones de GNL y almacenamiento en la segurdidad de suministro de gas debe ser destacada, reconocida y tratada del mismo modo que los almacenamientos subterráneos dentro de la propuesta legislativa", indican ambos gobiernos.
España y Portugal se han mostrado dispuestos a poner a disposición de los Estados miembros el potencial de las plantas de regasificación de ambos países, así como la experiencia regulatoria.
España y Portugal aprovechan de nuevo este documento para insistir en la idea de crear una plataforma de compra de GNL que puede contribuir a asegurar un suministro continuo y fiable de gas natural hacia la Unión Europea.
La vicepresidenta Ribera y su homólogo portugués, el ministro Duarte Cordeiro destacan para defender su posición el elevado nivel de diversificación de las fuentes de suministro de la península, el bajo nivel de interconexión con el centro de Europa así como la baja capacidad de almacenamiento y extracción de las instalaciones españolas. Para ambos gobiernos, las medidas regulatorias adoptadas han demostrado la capacidad de mantener elevados niveles de reserva de gas.
