El Gobierno alemán ha decidido tomar el control de su filial de la empresa de gas rusa Gazprom tras las sospechas de un posible cese de los suministros de gas ruso y el anuncio del pasado viernes por parte del gigante ruso de que abandonaba su participación en Gazprom Germania GmnH, así como en todos sus activos, incluida Gazprom Marketing&Trading Ltd.
El ministro de Economía y Clima, Robert Habeck, ha ordenado a la Agencia Federal de Redes que asuma la tutela de Gazprom Germania hasta, de momento, el próximo mes de septiembre y ha justificado la decisión alegando falta de claridad jurídica y una violación de las normas de información.
Gazprom Germania juega un papel decisivo en Alemania al comercializar energía, trasportar el gas y operar las instalaciones de almacenamiento. Así pues, la Agencia Federal de Redes se quedará con todos los derechos de voto, podrá destituir y nombrar a los miembros del consejo de administración de la compañía y además disponer de sus activos.
Plan de emergencia
Habeck ha dado un paso al frente varios días después de declarar la fase de alerta temprana de su plan de emergencia del gas, una medida preventiva ante una posible escalada del conflicto con Rusia ante las exigencias de Vladimir Putin respecto al pago del gas en rublos y sus amenazas con cerrar el grifo y la rotunda negativa de los miembros del G7.
Sin embargo, la idea de dejar de depender por completo del gas ruso queda muy lejos ya que tal y como mantienen desde Berlín "cortar el suministro con Rusia afectaría más a la economía alemana que a Putin" y defienden que "prescindir de golpe del gas ruso supondría entrar en recesión y pondría en peligro centenares de puestos de trabajo". Por el momento el gas sigue fluyendo con normalidad mediante el gasoducto del Báltico, el Nord Stream 1 y el Yamal.