La junta directiva de la petrolera anglo-holandesa Shell ha anunciado su intención de salir de las empresas conjuntas en las que participa junto a Gazprom así como poner fin a su participación en el gasoducto Nord Stream 2.
Tal y como ha precisado la compañía, a finales de 2021, Shell contaba con alrededor de 3.000 millones de euros en activos no corrientes en estas empresas en Rusia. La compañía prevé que la decisión de iniciar el proceso de salida afecte al valor de los activos de Shell en Rusia y provoque deterioros.
Ben van Beurden, consejero delegado de la multinacional, comunicó que "nuestra decisión de salir es una que tomamos con convicción. No podemos quedarnos al margen y no lo haremos". Asimismo, van Beurden señaló que Shell trabajará en asegurar el suministro de energía a Europa y otros mercados, en cumplimiento de las sanciones pertinentes.
Más salidas
La salida de Shell se suma también a la de la petrolera británica BP, que anunciaba hace unos días la intención de abandonar por completo sus negocios en Rusia, incluyendo la salida del accionariado de Rosneft, que ostenta un 19,75% de su capital social, y cuyo impacto —negativo— podría ser de hasta 22.400 millones de euros.
BP informó también de que su consejero delegado, Bernard Looney, ha dimitido de su asiento en el consejo de administración de Rosneft con efectos inmediatos.