La Comisión Europea prepara una contundente batería de medidas para afrontar el incremento de los precios de la energía. El Ejecutivo comunitario presentará al Consejo Europeo del próximo mes de marzo un paquete con 12 recomendaciones con las que encarrilar unos precios que se mantendrán elevados hasta el 2023 y que la UE estima que supondrán una merma del 0,5% del PIB y un aumento de la inflación de 2,5%.
La Comisión pone sobre la mesa una intervención temporal del mercado con un sistema muy parecido al adoptado por España en el Real decreto 17/2021 con el llamado clawback del gas. La medida, en este caso, sería una carga fiscal sobre los beneficios que provocan en las tecnologías inframarginales los mayores precios del gas.
La propuesta de la Comisión considera que se puede imponer un gravamen con una duración limitada, que no afecte a la formación de precios, ni a los precios a largo plazo de la energía. Además, se recomienda que la medida no debe distinguir entre tecnologías y que se aplique de la misma forma a los generadores para evitar cualquier tipo de litigiosidad que pudiera generar. Estos ingresos deberán destinarse de forma íntegra a suavizar los recibos de los consumidores vulnerables.
Emergencia de suministro
La Comisión quiere trabajar también en reforzar la seguridad de suministro de gas para el próximo invierno con la intención de lograr unos precios más competitivos que permitan suavizar el actual esceanrio. Para ello, lanzará el "Gas for winter plan" con incentivos y obligaciones de almacenamiento para los países. Bruselas plantea incorporar un requisito legal que imponga un nivel mínimo de existencias para el 30 de septiembre de cada año, de modo que se genere un incentivo para rellenar los almacenamientos en un momento en el que los precios resultan disuasorios y donde jugarán un papel clave las plantas de regasificación, especialmente, las españolas.
La Comisión realizó un análisis con los estados miembros de la situación el pasado enero que confirmó la capacidad de resistencia del sector del gas europeo, pero recomendó una mayor colaboración regional para los países con menor capacidad de almacenamiento. El próximo verano se espera que se den a conocer unas guías con los objetivos regionales.
Ayudas directas al gas
Los estados además podrán dar ayudas directas para la compra de gas sin un proceso competitivo con la obligación de ir aportándolo durante el invierno al sistema y los estados que no tengan almacenamiento tendrán que contribuir a asegurar los suministros.
La Comisión Europea pondrá también en marcha un proyecto piloto de compra conjunta de gas y seguirá incrementando la diversidad de países de donde recibe el gas con la puesta en marcha de una plataforma de coordinación entre los estados miembros y los operadores. De hecho, Bruselas ha adoptado ya medidas para facilitar suministros reversibles con Ucrania y Moldavia este mismo invierno desde Eslovaquia, Hungría y Polonia.
La Comisión ha iniciado también una investigación sobre el funcionamiento del mercado del gas y, especificamente, sobre la actuación de Gazprom.
Bruselas dará más transparencia a los derechos de emisión y reforzará su vigilancia
En el documento que se presentará al Consejo se alude también a la situación de los derechos de emisión. La Comisión aboga por incrementar la transparencia de los contratos -aunque insiste en que no hay indicios de manipulación- y encargará al supervisor de los mercados Esma un informe semestral.
Bruselas insta también a los países miembros a acelerar lozs permisos para las renovables mediante la imposición de unas fechas máximas para aceptar las declaraciones de impacto ambiental, fomentando la ventanilla única para los proyectos y facilitando una mayor coordinación de las infraestructuras existentes.
El Ejecutivo comunitario insta también a acelerar la implantación del hidrógeno y presentará en el primer semestre de este año el primer listado de Proyectos de interés comunitario.
La Comisión alerta en dicho documento sobre una fuerte subida de los precios de los alimentos que provocará en gran parte el incremento del 140% del coste de los fertilizantes y anuncia que presentará este mes de marzo una comunicación dedicada íntegramente a este asunto. Asimismo, Bruselas reconoce que la situación actual ha supuesto que se pierdan cerca de 650.000 toneladas de producción de aluminio.
En la comunicación, la Comisión Europea hace balance del uso de las llamadas Toolbox que han aplicado ya 24 países para tratar de suavizar las facturas de 71 millones de hogares con un coste total de 23.000 millones de euros.
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