Energía

Repsol pone a la venta el megayacimiento canadiense Duvernay por 500 millones

  • La petrolera y Santos Group buscan también un socio para Pikka, en EEUU

Repsol ha decidido poner a la venta una parte de su megayacimiento Duvernay. La petrolera retoma así su intención de desprenderse de una parte de este yacimiento para financiar su desarrollo en una de las zonas con mayor potencial que tiene la compañía en Canadá. Su consejero delegado, Josu Jon Imaz, ya planteó esta operación en el año 2017 ligada a las necesidades de financiación de la compañía pero no hizo falta ejecutarla en aquel momento y ahora retoma estos planes.

La petrolera considera que ahora puede ser un buen momento para maximizar los ingresos con un precio del petróleo que ronda los 90 dólares por barril y que además le puede permitir acelerar su proceso de transición energética.

Los 170.000 acres (688 kilómetros cuadrados) de la compañía en la cuenca de Duvernay podrían alcanzar unos 750 millones de dólares, es decir, alrededor de 516 millones de euros, según adelanta Reuters.

Venta de Pikka

Por otro lado, la petrolera tiene también a la venta junto con su socio, la australiana Oil Search, el 29% de Pikka, el mayor descubrimiento de petróleo en Estados Unidos de los últimos 30 años.

Ambas compañías quieren incorporar a un socio para afrontar la inversión de 3.000 millones de dólares (2.500 millones de euros) que supondrá la puesta en operación de este gigante en Alaska pero tras un año de estar la operación en el mercado no se ha logrado incorporar todavía a dicho socio. En el camino Oil Search ha cerrado un proceso de fusión con la australiana Santos Group, pero según la información de la compañía el proceso de venta sigue abierto en estos momentos.

Repsol ha llevado a cabo un cambio estratégico para centrarse en un número limitado de países con recursos fácilmente materialización. Por este motivo, la compañía ha salido de Marruecos, Irak, Australia, Vietnam e Irlanda y ha cerrado recientemente la venta de sus activos en Ecuador. Durante los años pasados, la compañía ya salió también de otras zonas en las que consideraba que no había desarrollo como Namibia, Angola y Liberia y se espera que en los próximos días se cierre la salida definitiva de Rusia.

La decisión de Repsol se suma a la de varias grandes petroleras mundiales que se han apresurado a vender activos en el cuarto país productor de petróleo en los últimos años por preocupaciones que van desde los altos costes de producción y las emisiones hasta la escasez de capital para proyectos de combustibles fósiles.

Por otro lado, Repsol espera finalizar la limpieza del derrame de petróleo sufrido en Perú a finales de marzo. La compañía calcula que se vertieron al mar alrededor de 10.000 barriles y mantiene un amplio dispositivo para limpiar las zonas afectadas. La refinería de la Pampilla ha vuelto a operar.

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