La proyección de Greenalia en estos quince años de actividad ha sido impecable. Repasamos con Manuel García, CEO de la compañía, los planes de la empresa en el corto plazo y analizamos algunos de los temas más candentes del panorama energético español, como la caducidad de los permisos de acceso y conexión.
¿Cuál ha sido la evolución de Greenalia en estos quince años de actividad?
Hemos pasado por varias regulaciones que han llevado a una parada importante del sector para pasar a una etapa, en los últimos cuatro-cinco años, donde se ha vuelto a apostar por las renovables. En este tiempo, Greenalia ha conseguido consolidar varios proyectos, fruto de las primeras subastas, como la planta de biomasa de Curtis-Teixeiro, que es una de las más grandes de España y del sur de Europa y, posteriormente, varios proyectos de eólica. También hemos dado el salto a la fotovoltaica, eólica offshore y, ahora, a las baterías con la expansión a otros mercados como el americano, sin olvidar nuestra salida al mercado bursátil en diciembre de 2017.
¿Cuántas instalaciones tienen en marcha y qué planes tienen para los próximos años?
Ahora mismo tenemos en funcionamiento 50 MW de la planta de biomasa y 75 MW en cinco parques eólicos, y en construcción 110 MW de eólica en España más 670 MW de fotovoltaica y 170 MW de baterías en EEUU. Este año esperamos cerrar cerca de los 30 millones de Ebitda y para 2023 mantenemos nuestro objetivo de 100 millones con proyectos en operación o construcción. Antes de final de año o principios del que viene queremos lanzar el nuevo Plan Estratégico 2022-2026, con el objetivo de alcanzar los 4 GW. Lo presentaremos en cuanto tengamos claras las medidas del Gobierno respecto a los puntos de acceso y conexión y en cuanto conozcamos el contenido del plan de incentivos que el Gobierno americano tiene previsto aprobar en breve para el fomento de las renovables.
¿Cómo van los proyectos de eólica marina flotante en Canarias?
De los cinco proyectos que tenemos en Canarias, uno de ellos, el parque eólico Gofio, de 50 MW, está muy avanzado. Ha salido a información pública y creemos que a lo largo del año que viene podría tener la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y, posteriormente, la autorización administrativa. Los otros cuatro proyectos -Dunas, Mojo, Cardón y Guanche- de 50 MW cada uno, son anteriores a la moratoria de junio y esperamos que se vayan reactivando para irlos desarrollando en los próximos años.
Greenalia ha dado el salto a EEUU. ¿Cómo se ha desarrollado todo el proceso?
Nuestra entrada en EEUU está relacionada con el plan de negocio de Greenalia a 2023 de tener 1 GW porque analizamos la situación y concluimos que, solo con los proyectos en España, no íbamos a poder cumplir y no queríamos fallar al inversor. Siempre hemos cumplido lo que hemos dicho y queremos seguir así. La instalación de EEUU es muy grande y la idea es ponerla en funcionamiento a finales de 2023. EEUU es, actualmente, el mercado más atractivo del mundo para invertir, y lo será aún más cuando el presidente Biden dé luz verde al plan de incentivos que prevé aprobar antes de fin de año. Además, la gestión en este país es mucho más sencilla para una empresa como la nuestra, ya que con una única implantación puedes cubrir todo el país, aunque luego cada Estado tenga su propia regulación. Actualmente, estamos montando nuestra propia estructura con personal local, que iremos incrementando en los próximos meses. Además del proyecto ready to build que ya hemos identificado, tenemos proyectos de entre 2 y 3 GW.
¿En qué punto se encuentra el tema de los permisos de acceso y conexión? ¿Habrá prórroga?
La caducidad de esos permisos sería un fracaso para todo el sector. Esto también supondría una gran frustración para los técnicos de la administración, que están haciendo un gran esfuerzo para intentar sacar unos proyectos que ya están muy avanzados, y que les supondría volver a la línea de salida. Lo que nos dicen desde las diferentes administraciones es que no tienen suficientes recursos para atender toda la avalancha de proyectos y, por tanto, si no llegamos a la DIA, está claro que no es culpa del promotor. La administración tiene que hacer una reflexión. Todo esto supone una pérdida de oportunidad para España, sobre todo en un contexto de precios altos donde se ha visto que las renovables son la única medida para bajarlos, de forma constante y sostenida.
Greenalia cotiza en el MAB. ¿Cuándo piensan dar el salto al mercado continuo?
No tenemos una fecha concreta. A día de hoy operamos como si estuviésemos en el mercado continuo, aunque nos estamos preparando a nivel societario, con ayuda de Lazard, por si identificamos una ventana en un momento dado y dar el salto. Preferimos que se produzca cuando tengamos un ebitda importante de proyectos en funcionamiento y en construcción.
¿Por qué no se presentaron a la subasta de renovables que se celebró en octubre?
Ni siquiera nos inscribimos. La mayor parte de promotores que ha ido a esa subasta, sobre todo los que se han hecho con grandes volúmenes, no tienen los proyectos autorizados ni con la DIA, y han ido con la expectativa de tenerlas en diciembre o abril. Son datos públicos. Me alegro de que tengamos empresarios tan optimistas en España. Yo también lo soy, pero estoy cotizado, y mi optimismo mañana puede darse la vuelta y que el inversor me diga que he sido un inconsciente. En las subastas te juegas 100.000€ en avales (subasta y acceso y conexión) que quedan en manos de una administración que ya ha dicho que no va a llegar. La mayoría de reserva de capacidad que se está haciendo en las subastas y que se prevé entre en los próximos cuatro años, no va a entrar. Esto no es nuevo, ha pasado en anteriores subastas, principalmente en eólica, que tiene una mayor complejidad en la tramitación. La administración tiene instrumentos para arreglar esto: bien extendiendo el plazo o bien haciendo un marco para que cuando un promotor cumpla con sus requisitos, su plazo no le caduque. Parece ser que el Ministerio está diseñando subastas para dentro de dos o tres meses. Todos aplaudimos tener un Gobierno que haga una planificación a medio plazo de las renovables y, ahora que la tenemos, podemos estropearlo todo haciendo subastas de forma precipitada sin haber resuelto el problema de las caducidades de los permisos de acceso y conexión. Resolverlo es clave para un óptimo desarrollo de las renovables.
¿Piensan acudir a la subasta de biomasa?
Tanto desde APPA Renovables -de la que soy miembro de la Junta Directiva- como por lo analizado en otras asociaciones, preferimos que el Ministerio revise las condiciones y saque la subasta dentro de unos meses, teniendo en cuenta las particularidades de esta tecnología. Con la biomasa existe un problema. Con la regulación de las subastas limitándolas a 20 años, la biomasa no puede funcionar. La biomasa tiene una vida útil de 30 años mínimo, requiere grandes inversiones y tiene un coste de combustible. Le hemos dicho a la administración que la subasta debería tener 25 años. Si tiene menos, se van a encarecer los precios que vamos a ofertar los promotores. En la nueva regulación tampoco se establece una actualización del precio de los costes de la energía y eso se va a ver reflejado en los precios de la subasta. Otra cosa a destacar es la parte de exposición al pool que se aplica a la biomasa y que creemos no debería tener por ser una energía gestionable. El problema es que siempre meten a la biomasa en el saco de la eólica y la fotovoltaica y luego la regulación no se adapta bien a la biomasa.
¿Qué opina sobre el RDl que ligará la energía que consume el PVPC y la industria a los costes de las renovables?
Creo que hay que preguntarse si esta medida concuerda a nivel europeo con las directrices que tenemos, para evitar que luego se produzcan reclamaciones, se cree inseguridad jurídica y se deje de invertir en España.
¿Qué le parecen las medidas que España ha propuesto a Europa para frenar la escalada de los precios energéticos?
Es verdad que la administración tiene que hacer propuestas cuando hay problemas, pero cuando desde Europa te dicen que esas propuestas deben ir por otro camino, quizá sea el momento de hacer una reflexión y empezar a trabajar en medidas a nivel nacional donde sí tenga las competencias para poder actuar. Una de esas medidas es no tener un fracaso en diciembre o abril con todos los proyectos que se están tramitando. Otra es ayudar a las industrias a hacer PPAs entre productor y consumidor. En Greenalia cada día nos llaman más industriales a la puerta. Estamos intentando cerrar dos acuerdos muy interesantes. Uno con un electrointensivo y otro con un gran consumidor español para que puedan reducir sus costes y mejorar sus ratings de sostenibilidad.