Cuando todavía el mercado no ha asimilado el histórico ajuste anunciado este fin de semana por Deutsche Bank, que incluye el despido de 18.000 personas y reducir a la mínima expresión su división de banca de inversión, se ha desvelado que en los últimos 14 meses la entidad ha asumido 52 millones en indemnizaciones por la salida de altos directivos.
Los despidos en Deutsche Bank ya comenzaron el pasado lunes con la típica estampa que quedó grabada a fuego hace diez años con los empleados de Lehman Brothers, saliendo por la puerta con una caja de cartón que contenía sus enseres personales. Los dramáticos ajustes por el que pasa el mayor banco de Alemania se han transformado en indignación con la información del Financial Times que apunta a que la entidad ha gastado en los últimos 14 meses más de 52 millones de euros en indemnizaciones de oro para directivos.
Las jugosas retribuciones coinciden con la etapa más oscura y menos rentable del banco, pagando la gestión funesta desde la crisis financiera, y que ha terminado con la mayor reestructuración de su historia que ascenderá a 7.400 millones. La más elevada la ha cobrado Garth Ritchie, el que fuera jefe de banca de inversión hasta hace apenas un par de días. Su indemnización asciende a 11 millones de euros, después de ser testigo directo y principal responsable del entierro de su división tras tres años de una caída en picado de los ingresos.
Lo más sangrante es que el directivo no habría cobrado compensación si el consejo de administración no le hubiera renovado a finales de 2018 por cinco años. Le sigue en el ranking John Cryan, ex consejero delegado, que fue destituido en abril del año pasado. Cobró 10,9 millones.
Mientras se producen miles de despidos, los responsables de llegar a esta situación se van a llevar millones de euros por una gestión fallida como premio
La antigua responsable de regulación, Sylvie Matherat, se va a embolsar 9 millones de euros. Sugestión no evitó que el banco se metiera en múltiples charcos de manipulación de mercados e incluso de blanqueo de capitales. Todavía el banco está pagando millonarias multas a los reguladores de los principales países en los que opera. Frank Strauss, antiguo responsable de banca minorista, es otro de los beneficiados de las indemnizaciones millonarias. Tiene derecho a cobrar al menos 6 millones de euros, según recoge la memoria anual del banco.
La imagen para Deutsche Bank está siendo desastrosa. Mientras se producen miles de despidos, los responsables de llegar a esta situación se van a llevar millones de euros por una gestión fallida como premio. Según recoge la memoria anual del banco, los directivos tienen derecho al cobro de dos años de su sueldo por despido anticipado.
Las indemnizaciones a altos directivos en el último año casi igualaron el pago anual de de todo el consejo de administración, que en 2018 ascendieron a 55,7 millones de euros. Los generosos finiquitos apuntan directamente al actual presidente de la entidad, Paul Achleitner. Según el periódico, citando a una fuente cercana al presidente, el banquero siempre busca una salida amistosa y digna para los directivos con bajo rendimiento.
Desde que Achleitner asumió la presidencia en 2012, un total de 17 ejecutivos han salido del banco. En total, Deutsche ha pagado 83 millones en indemnizaciones. El último miembro de la junta en el Deutsche Bank que se fue después de cumplir su mandato completo fue el director ejecutivo Josef Ackermann, quien dirigió el banco durante los años dorados para los banqueros de inversión en el período previo a la crisis financiera.