El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha calificado hoy de "muy positivo" el plan de reestructuración y la asistencia financiera europea solicitada por el Gobierno español en el año 2012, ya que permitió a la entidad "recuperar la estabilidad". Entre otros temas ha aprovechado también para criticar la venta de preferentes que se hizo en el pasado a inversores minoristas.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha calificado de "muy positivo" el plan de reestructuración y la asistencia financiera europea solicitada por el Gobierno español en el año 2012, ya que permitió a la entidad "recuperar la estabilidad".
La remontada de Bankia
Así lo ha indicado Goirigolzarri, quien asumió la presidencia de Bankia el 7 de mayo de 2012 tras la dimisión de Rodrigo Rato, en una conferencia celebrada con motivo del décimo aniversario del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).
El presidente de la entidad nacionalizada ha explicado que cuando asumió su mandato se encontró con una situación "muy compleja", debido a que existía un "gran" riesgo reputacional, muchos rumores sobre salidas de depósitos o una plantilla desanimada.
En menos de un mes desde su llegada, ha relatado que trabajó "muy duro", pero con el apoyo del Banco de España, del Frob y del Ministerio de Economía, para conseguir auditar las cuentas y presentar un plan financiero que le requerían las autoridades.
Bankia, la historia de un rescate
No obstante, estos cambios nunca llegaron a ver la luz, ya que al poco tiempo el Gobierno español solicitó el rescate de Bankia. En este sentido, ha reconocido su decepción inicial cuando conoció la decisión, ya que supuso un cambio "total de rumbo" y no permitía seguir adelante con los planes en curso.
Además de la inyección de capital, Bankia debía lograr los objetivos incluidos en el plan de reestructuración de Bruselas, que incluía, entre otras cosas, la reducción del número de oficinas en 1.000, despedir a uno de cada tres empleados, limitaciones en su actividad o la prohibición de llevar a cabo fusiones.
"La buena noticia, insisto, es que nos hacía más solventes. Manejar este plan nos permitía ser sostenibles, lo cual pasaba por hacernos rentables", ha subrayado Goirigolzarri.
En este sentido, ha enfatizado que, aunque se le dio a la entidad un plazo de cinco años para cumplir con el plan, lo terminaron en un año. "En 2013 ya lo habíamos completado", ha apostillado, si bien ha explicado que hasta 2017 Bankia no podía actuar como una entidad "normal" porque aun tenía que atenerse a los objetivos contenidos en el acuerdo de reestructuración.
"Ese 2013 fue muy duro, hicimos un tremendo esfuerzo de comunicación interno y externo, aunque nos vimos tremendamente apoyados por el Banco de España, el Frob y Economía", ha remarcado.
Si en un futuro se diera un caso como el de Bankia, Goirigolzarri ha precisado que lo más importante es tener un mandato "claro" y un equipo "profesional", mientras que ha asegurado que la mayor lección aprendida de este proceso fue la relevancia que cobra la coordinación, la implicación y la colaboración de los distintos estamentos.
Crítico con la venta de preferentes a minoristas
El presidente de Bankia señaló también que la venta de participaciones preferentes a minoristas, "no específicamente" las de la entidad, fueron un elemento "muy desestabilizador" por cómo elevaron la litigiosidad y por cómo afectaron a la imagen.
"Sin querer juzgar a Bankia", se ha mostrado partidario de hacer una reflexión sobre la necesidad de limitar la comercialización de este tipo de productos a pequeños inversores.