Empresas y finanzas

Dia se salva de la quiebra: Santander cede y acepta aplazar el pago de la deuda a 2023

  • Hoy finalizaba el plazo para que la firma alcance un acuerdo con la banca
  • LetterOne traspasará la deuda a una nueva filial tras lograr 380 millones más
  • Fridman ampliará capital en 500 millones para restablecer el equilibrio patirmonial
Mikhail Fridman, fundador de LetterOne, y Banco Santander.

Dia se salva y evita la quiebra pocas horas antes de que venza hoy el plazo para alcanzar un acuerdo de refinanciación con la banca acreedora. LetterOne contaba ya con un preacuerdo con 16 entidades, que representan el 77,5% de la deuda de la cadena. Sólo falta Banco Santander, que tenía derecho de bloqueo en las negociaciones y es tenedor del 22,5% de la deuda restante. La presidenta del banco, Ana Botín, ha asegurado a través de Twitter que "finalmente el presidente de LetterOne se ha comprometido a trabajar para eliminar la discriminación entre bonistas y bancos de Dia, lo que creemos que es un tratamiento justo y Santander de manera responsable ha decidido apoyar a Dia y a sus empleados".

Una vez tomado el control de Dia al hacerse con el 69,76% del grupo y tras haber alcanzado un acuerdo con los bancos acreedores, LetterOne acometerá una ampliación de capital de 500 millones de euros -490 millones netos- para asegurar la viabilidad de la compañía y pagar a los bonistas. La sociedad de inversión de Mikjail Fridman ha confirmado, además, que si fuera necesario inyectará de forma previa los 174 millones necesarios para cubrir el patrimonio neto negativo, instando al consejo de administración a no solicitar por ello la situación preconcursal.

L1 Retail, el fondo que ha lanzado la opa sobre Dia y que es propiedad de Mikhail Fridman, era consciente de que Banco Santander podria dar al traste con el futuro más inmediato de la cadena si mantenía su no a la propuesta planteada por LetterOne y rechazaba aplazar el pago de 891 millones que vencen el 31 de mayo a 2023.

Fuentes próximas a la compañía aseguran a elEconomista que, en su caso, no existía la conocida como cláusula de arrastre, según la cual en una negociación a varias bandas prevalece la opción de la mayoría, siempre y cuando ésta alcance el 75%, lo que impide que una minoría bloquee cualquier tipo de acuerdo, en este caso, de refinanciación bancaria. 

LetterOne, consciente de esta situación, ha estado presionando a Banco Santander para que se pliegue a sus condiciones y evitar llevar a Dia al preconcurso de acreedores, que hubiera sido declarado mañana mismo si, finalmente, las negociaciones entre Fridman y las entidades no hubieran dado sus frutos. De haber sido así, ambas partes hubiera tneido tres meses más para llegar a un acuerdo y en el cuarto mes se hubiera podido presentar el concurso de acreedores definitivo. Santander ha preferido, sin embargo, evitar esta situación y ceder ante el compromiso de que a partir de ahora el trato será igual para todos, tanto para los bonistas como para los bancos.

El 'no' de Santander a Fridman

Fuentes próximas a LetterOne reconocen -como es cierto- que sus condiciones propuestas tanto a los accionistas como a los tenedores de deuda de Dia han sido siempre las mismas desde que se lanzó la opa el pasado 5 de febrero. Ahora bien, ¿por qué Santander dijo sí en su momento a plan de rescate propuesto por el consejo de administración y luego se negó a firmar con Fridman?

Estas mismas fuentes consultadas aseguran que su plan de refinanciación no difiere en gran cosa de lo que en su día puso sobre la mesa el todavía consejero delegado de Dia, Borja de la Cierva. Pero lo cierto es que sí existía una diferencia: el pago anticipado de la deuda. 

LetterOne exige, como ya hizo el consejo, una "extensión de todas las obligaciones de pago de la sociedad frente a los bancos acreedores hasta, al menos, el final del mes de marzo de 2023", según hizo público hace ya un trimestre en un listado de peticiones a la banca acreedora. Entre ellas, figuraba, precisamente, la de "no amortizar anticipadamente deuda". El consejo liderado por De la Cierva sí contemplaba la amortización anticipada de 100 millones de euros condicionada a la venta de Clarel y MaxDescuento. LetterOne argumenta que el dinero que se obtenga de esas desinversiones "será necesario para financiar el plan de negocio ".

Y, ante esta situación, Banco Santander, el mayor tenedor de deuda de Dia, se habría plantado. La entidad que presiden Ana Botín exige que los bonistas asuman parte del pago de deuda, lo que es, en definitiva, una quita. Fuentes consultadas por elEconomista hablan de que esta quita afectaría a la emisión de 305,7 millones de euros que Dia tiene emitidos en mercado con vencimiento en julio de este año. 

Precio del bono de Dia con vencimiento en 2019
Precio del bono de Dia con vencimiento en 2019 (Fuente: Bloomberg)

Su rentabilidad se ha disparado en la última semana ante la estampida de muchos de los grandes inversores, que han decidido vender asumiendo pérdidas ante la posibilidad de perderlo todo y no recuperar su inversión. Hoy, el retorno que los inversores exigen para adquirir un bono de Dia que vence en menos de tres meses ha vuelto a dispararse tras conocer las declaraciones de Ana Botín. El bono alcanza una rentabilidad del 156% y sólo por precio se asumen pérdidas del 12 por ciento en una semana -insólito tratándose de una emisión de renta fija, en teoría, mucho menos volátil-.

Traspaso de la deuda a una filial

LetterOne traspasará toda la deuda de la compañía a una filial española de nueva constitución. En un comunicado remitido a la CNMV, la firma explica que tiene la intención de constituir nuevas sociedades filiales, traspasando a una de ellas "determinados activos, incluyendo un número de establecimientos comerciales que representen al menos el 60 por ciento del ebtida (resultado bruto operativo) y deudas". Esta nueva sociedad española "pasará a ser prestataria bajo la financiación sindicada existente y las nuevas líneas de financiación y se otorgarán nuevas garantías". 

En este sentido, la firma explica que ha pactado con la banca acreedora la "autorización para obtener nuevas líneas de financiación super senior garantizadas por un importe de hasta 380 millones para financiar las necesidades de liquidez del negocio". Se trata, en concreto, de una línea de financiación por un importe de 200 millones por un periodo de tres años; otra de 100 millones y el mismo plazo, de la que sólo se podrá disponer una vez se haya dispuesto íntegramente de la anterior y una tercera complementaria, por 80 millones y un periodo de un año, con opción de extenderla a dos en el caso de que la empresa siga necesitando financiación, para atender las necesidades de liquidez con proveedores.

Condiciones

LetterOne ha precisado, igualmente, que ya se han cumplido dos de las tres condiciones exigidas para impulsar la recapitalización de 500 millones de euros, operación que fue aprobada en junta de accionistas el pasado 20 de marzo.Además del éxito de la opa y el acuerdo con los acreedores, el magnate ruso exigía contar con mayoría de miembros en el consejo de administración, punto que espera ver cumplido en breve y para lo que ha instado al consejo de administración de Dia a que autorice cuanto antes los nombramientos que ya le ha comunicado de forma oficial. 

Desde LetterOne han recordado el aumento de capital por 500 millones de euros es "suficiente para remover la causa de disolución por pérdidas" -es decir, quiebra técnica- en la que se encuentra la empresa desde finales de diciembre.

Con esta inyección de fondos se podrá "restaurar el equilibrio patrimonial", que a cierre del primer trimestre se situaba en los 174,9 millones negativos. Fridman ha instado a los gestores de Dia a "que se abstengan de emprender cualquier iniciativa prevista en la Ley Concursal", lo cual "impediría la ejecución" de sus medidas de rescate. Si fuera necesario, además, está dispuesto a conceder un préstamo participativo previo a la ampliación.

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