
El Banco de España insiste en su petición al sector a llevar a cabo fusiones, sobre todo, transfronterizas. El reclamo se produce después de que algunas entidades hayan reconocido la necesidad de impulsar una nueva ronda de integraciones ante el escenario de tipo de interés negativos y el empeoramiento económico.
Tanto el gobernador, Pablo Hernández de Cos como la subgobernadora, Margarita Delgado, han instado al sector financiero a materializar este tipo de operaciones, aunque ambos consideran que serían más deseables que fueran transfronterizas y no de nivel puramente nacional. "A medida que avancemos en la Unión Bancaria no sería descartable que se produjeran fusiones transfroterizas, lo que favorecería claramente una mayor integración financiera en Europa", indica Delgado en la memoria de supervisión de 2018, tras manifestar que son una alternativa clara para ganar rentabilidad y eficiencia.
Desde hace tiempo el organismo nacional como el BCE están pidiendo una nueva concentración, ya que la rentabilidad se sitúa muy por debajo de los niveles requeridos del 10 por ciento. En España tan solo tres entidades superan este umbral. Algunas, como Bankia o Sabadell, ya han reconocido de que de mantenerse durante un tiempo los tipos de interés como hasta ahora y la situación de incertidumbre económica empeora no quedará más remedio que hacer caso a las recomendaciones de los supervisores.
Además la banca se enfrenta a más riesgos, como los derivados de litigios por mala conducta, algo que aún no se ha eliminado del todo. La banca aún no aplica correctamente la normativa en la comercialización de hipotecas a pesar de todo el dinero que ha tenido que devolver a los consumidores por malas prácticas. El Banco de España tuvo que inocar el año pasado 6 expedientes sancionadores al sector por ventas de préstamos para la adquisición de la vivienda derivadas de sus actuaciones de vigilancia interna (in situ).
El organismo supervisor informa de que la apertura de estos procesos de multas se detectaron gracias a su labor, consistente en un total de 49 inspecciones, de las cuales 32 fueron in situ y tenían que ver con el nivel de transparencia con el que las entidades colocan hipotecas a sus clientes. Como en años anteriores, señala el ente que gobierna Pablo Hernández de Cos, buena parte de estas actuaciones no fueron planificadas.
El Banco de España sostiene que es "consciente" de que la contratación de un préstamo hipotecario tiene una "una especial transcendencia sobre la esfera personal y patrimonial de las ciudadanía" y que "por tal motivo el adecuado cumplimiento de la normativa de transparencia que lo regula ha sido de nuevo una prioridad". Pero el regulador también extremó su vigilancia sobre créditos al consumo, uno de los segmento de actividad que el sector financiero lleva años potenciando para incrementar su rentabilidad. En este sentido, llevó a cabo 40 actuaciones para comprobar la correcta comercialización de este tipo de préstamos.
El organismo detalla que además de los 6 expedientes sancionadores, tuvo que realizar 131 escritos con requerimientos o recomendaciones para que la banca corrigiera errores. Gran parte de estas iniciativas derivaron en subasanaciones de procedimientos por parte del sector, por lo que el supervisor cerró 45 actuaciones iniciadas.
Demandas
En los últimos años el sector financiero se ha enfrentado una oleada de denuncias por parte de los ciudadanos por malas prácticas relacionadas con la venta de participaciones preferentes, claúsulas incorporadas en los contratos hipotecarios como las suelo, acciones, etc. En los próximos meses se enfrenta al proceso judicial que más daño puede causar en términos económicos, correspondiente a la apliación del IRPH. El Tribunal de Luxemburgo decidirá si el sector tiene que devolver hasta 44.000 millones a los clientes cuya hipoteca esá vinculada a este indicador en vez de al euribor.
La retahíla de denuncias ha provocado malestar social y las autoridadores han tenido que reformar la normativa para proteger a los consumidores. Esto esta causando un encarecimiento de los préstamos, a los que tiene que incorporar el coste de todos los gastos de formalización y todas las exigencias que tiene que incluir en los contratos hipotecarios.