
Los bancos acreedores de Dia han marcado dos líneas rojas que quien gane la guerra por el control de la compañía deberá respetar: la primera, aprobar una ampliación de capital; la segunda, evitar cualquier tipo de quita en la deuda. Y, a pesar de que el consejo de administración de la compañía asegura tener "el respaldo" de todas las entidades, lo cierto es que éstas han decidido abrir la puerta también al plan de viabilidad -y, por ende, también a la OPA- planteado por el fondo que controla Mikhail Fridman.
Fuentes financieras reconocen que "la condición sine qua non para respaldar" cualquiera de las dos opciones es que "se asegure la ampliación de capital". Según la hoja de ruta de la compañía, los accionistas aprobarán en la próxima Junta de mediados de marzo un aumento de papel de 600 millones de euros que está garantizado por Morgan Stanley.
La opción de LetterOne son 500 millones que el mismo fondo suscribirá, aunque la ampliación y también la opa están condicionadas al éxito de un acuerdo de refinanciación con la banca, aspecto en el que Dia ya se ha adelantado.

La firma anunció el miércoles una prórroga en la fecha de vencimiento de sus líneas de financiación hasta marzo de 2023. Eso sí, el respaldo bancario está condicionado a que se amorticen de manera anticipada 100 millones de euros con cargo a la venta de Clarel y MaxDescuento. "Entendemos que este aumento en los plazos también lo planteará LetterOne y nos parece razonable, entre otras cosas, porque tiene que dar tiempo a que evolucione la opa y para sacar adelante su plan de transformación para la compañía", reconocen fuentes conocedoras de la situación. Y esta es la baza con la cuenta Dia y que sacó a relucir en su último hecho relevante, al destacar que tanto la ampliación como el plan estratégico está mucho más adelantado. Fuentes de la compañía aseguran que este viernes dará a conocer los "pilares" de su hoja de ruta durante la presentación de resultados de 2018, año que cerrará con fondos propios negativos y para el que el mercado espera pérdidas netas.
En este sentido, Moody's, que mantiene el rating de Dia en bono basura y alto riesgo de impago, vino a refrendar la tesis de que Dia va un paso por delante. Para la agencia de calificación "la opa de LetterOne genera más incertidumbre para los acreedores", ya que "faltan detalles" y no ve tampoco "diferencias significativas" con el plan estratégico planteado por la compañía.
Cuánto dinero está en juego
En realidad, y con las cifras sobre la mesa, en caso de que no se plantease siquiera una quita la banca tendría mucho más que perder, incluso, que los accionistas. En estos momentos, entre la deuda bruta que acumula la compañía y los préstamos comprometidos, la banca y los bonistas se juegan algo más de 3.200 millones de euros. De esta cantidad, 905,7 millones son los que Dia tiene emitidos en el mercado, es decir, en manos de inversores institucionales, principalmente.
La cadena capitaneada ahora por Borja de la Cierva no dio a conocer la estructura de la deuda en los últimos resultados de septiembre, con lo que el último dato conocido es que el resto de la deuda, 655 millones, corresponden a un préstamo sindicado de 525 millones y otros dos a plazo fijo, el primero de los cuales vence el 14 de febrero. A finales de diciembre, la compañía anunció una vía de liquidez a corto plazo por 896 millones de euros que vence, salvo excepciones, el próximo 31 de mayo. El miércoles el Consejo de Administración quiso refrendar el apoyo que ha encontrado en las doce entidades acreedoras con el anuncio de otra vía de liquidez a largo plazo, por 765 millones de euros, que vence en marzo de 2023.
Los entidades financieras valoran, además, muy positivamente la opción de que surja un caballero blanco que eleve el precio de la opa de LetterOne, por la que valora a Dia en 417 millones de euros.