Empresas y finanzas

Los bancos aprovechan las opas para limpiarse de reestructuraciones fallidas

  • Utilizan las ofertas sobre GAM y Natra para vender sus participaciones

La banca continúa soltando el lastre generado por los efectos de la crisis. Además de las multimillonarias ventas de activos relacionadas con el ladrillo que han afrontado en los últimos meses y que han superado los 70.000 millones, también están trabajando en ir quitándose, poco a poco, participaciones en empresas cotizadas que nunca quisieron.

Para ello, están aprovechando la oleada de ofertas públicas de adquisición (opas) que se están produciendo en el mercado español, convirtiéndose cerrando acuerdos previos con los oferentes antes de que lancen su oferta.

Uno de los ejemplos se produjo la semana pasada, con la opa de Investindustrial sobre Natra. La firma de capital riesgo ofrece aproximadamente 142 millones por la valenciana, sin prima sobre la cotización actual del valor, pero con el compromiso de la banca de que venderá su participación. En términos económicos, los ingresos que obtendrán Deutsche Bank y Banco Sabadell por la operación cuando se cierre son bajos -(31 y 13 millones, respectivamente)-, pero se quitarán el riesgo de convertirse en accionistas de la compañía sin querer. Ambas entidades controlan bonos convertibles en títulos de Natra equivalentes al 22 y 9% del capital, respectivamente, procedentes de los procesos de reestructuración de deuda durante 2014 y 2015.

Estos bonos vencen en febrero de 2023, pero Natra ha abierto hasta el 27 de enero una ventana para ejecutarlos, que es la que van a aprovechar Deutsche y Sabadell para cambiar deuda por acciones, que, posteriormente venderán a Investindustrial, al precio de la opa -0,9 euros por acción-. El tercer bonista que se ha adherido al pacto -Bybrook- jugará un papel diferente en la operación.

Así, aunque también traspasará a Investindustrial los títulos que percibirá en el canje y que equivalen a un 26% del capital de la valenciana, colaborará aportando 50 millones en financiación para la compra y se convertirá en bonista con opción a tomar participación en el capital de una de las sociedades a través de la cual Investindustrial orquesta la operación.

Con quita

Este modelo de colaboración entre la banca y los opantes, también se repite en otra de las ofertas públicas de adquisición que están pendientes de obtener el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), como es la de Halekulani -sociedad patrimonial del presidente y primer accionista de Gestamp, Francisco Riberas- sobre GAM. De hecho, en este caso concreto, la obligación de lanzar una oferta de adquisición se generará justo por los acuerdos que permitirán a Riberas entrar en la empresa de servicios, especializada en el alquiler de maquinaria, como primer accionista. Santander, BBVA, Sabadell, Liberbank, Kutxabank, Bankia y CaixaBank controlan el 63% del capital a raíz del proceso de reestructuración de la deuda de la compañía, en el que se han sucedido varios episodios a lo largo del periodo de crisis. Uno fue el intento en 2015 de los grandes bancos españoles, a lo que se denominó Proyecto Phoenix, de crear una especie de banco malo -de ahí que sus acciones en GAM estén concertadas- para reflotar compañías.

Aunque este vehículo quedó aparcado este mismo año, el acuerdo alcanzado con Francisco Riberas podría considerarse un capítulo más del proceso. La banca ha acordado una quita de deuda convertible en títulos de 42,3 millones, a cambio de que, además de comprar las acciones que ya tienen -valoradas en la opa en 20,5 millones de euros-, Riberas suscriba una ampliación de capital adicional de 25,5 millones, con la que recomprar la parte de la emisión de deuda convertible que todavía ostentan y que no se condona. Posteriormente, será cuando Halekulani tenga que lanzar una oferta de adquisición sobre el resto de los títulos de GAM. Riberas propone que el precio de la misma sea a 0,977 euros, pero reconoce que la CNMV podría discrepar sobre si el precio "es equitativo".

El sí de los fondos

En el caso de la opa de KKR sobre Telepizza, la firma de capital privado también ha logrado un acuerdo previo a su presentación con varios accionistas, pero en este caso no son bancos, y las acciones no se han obtenido en una reestructuración. Así, KKR, que ya controla el 26% de Telepizza, se ha asegurado obtener otro 12,74% adicional, gracias a la adhesión especialmente de Santander Asset Management, que controla un 5,26%. La gestora no debe cumplir el pacto si llega una oferta competidora por Telepizza.

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