Empresas y finanzas

Al menos 22 firmas del selectivo Ibex 35, pendientes de las urnas en Brasil

  • Hoy se libra la primera vuelta electoral en la mayor potencia latinoamericana
  • El Ibex vigila más de 20.000 millones que sus empresas ingresan
  • El ultraderechista Bolsonaro y el socialista Haddad, los favoritos
Imagen: Dreamstime.

En los corrillos empresariales brasileños circula una frase que intimida a cualquier extranjero que pretenda hacer negocios en el país más poderoso de Latinoamérica. "La empresa privada está controlada por el Gobierno y la empresa pública está controlada por nadie". La teoría se atribuye al profesor Roberto Campos, quien implícitamente da por hecho que por mucho que cambie el inquilino del Palacio de Alvorada la incertidumbre regulatoria permanecerá lastrando aquella economía. Un total de 22 empresas del Ibex 35 tiene estos días el alma en vilo por lo más de 20.000 millones que ingresa en Brasil.

Por lo pronto, este domingo comienza a decidirse el destino de más de 207 millones de personas con el ultraderechista Jair Bolsonaro y el socialista Fernando Haddad como principales candidatos, y prácticamente empatados en la intención de voto. Porque ninguno de ellos logrará poner de acuerdo a la mayoría del país, habrá una segunda y decisiva vuelta. Este último detalle, es decir, el hecho de que las elecciones de mañana no resultarán definitivas, restan presión a las grandes empresas españolas con intereses en Brasil. Entre ellas se encuentran Banco Santander, Telefónica, Iber- drola, Repsol, Endesa, ACS, Ferrovial, Acciona, Mapfre, Amadeus, Dia, Inditex, Indra, Meliá, Naturgy, Técnicas Reunidas, IAG, Viscofan, Siemens Gamesa, Enagas, Cie Automotive y Grifols.

Telefónica dejó de tener en Brasil la locomotora del grupo, responsabilidad ahora asumida por la filial española, pero el mercado asume que el país latinoamericano volverá a liderar la generación de ingresos y rentabilidad en cuanto su economía recupere el pulso deseable. Para alivio de la teleco española, la inmensa mayoría de la generación de caja se produce en euros, lo que salva al grupo de la sangría por el tipo de cambio adverso en Brasil.

El Santander apoya en el mercado carioca el mayor peso de su volumen de negocio

Según los datos de 2017, la filial brasileña proporciona el 23 por ciento de los ingresos, con 12.019 millones de euros (solo superado por los 12.653 de España), así como el 25 por ciento del oibda (4.191 millones) y el mismo porcentaje del total de la inversión, con 2.225 millones de euros. Los más de 97 millones de accesos de Telefónica en aquel país también representan el 28 por ciento de un total de 343 millones de líneas.

Banco Santander, sin embargo, sí apoya en Brasil el mayor peso de su cuenta de resultados. El grupo tiene hasta el 26,7 por ciento de su volumen en negocio en el país carioca con un margen bruto que alcanzan los 3.323 millones de euros a cierre del primer semestre de 2018. De hecho, Brasil es la región que más aporta al beneficio total del grupo. El banco ganó en este país 1.324 millones de euros netos hasta junio. Estas ganancias supone que la actividad de la entidad en Brasil aporta hasta el 26 por ciento del beneficio atribuido. De momento, la presidenta del Santander, Ana Botín, se ha mostrado confiada con la evolución de Brasil a pesar del resultado que den las urnas. Botín aseguró el martes en una entrevista a Bloomberg que tiene mucha fe en un país que conoce desde hace 30 años. "Las elecciones sí serán importantes, pero determinarán el ritmo de desarrollo, no la dirección. La elección del domingo no es el final ni el comienzo para Brasil. La veo como una normalización de la política", destacó. El Santander tiene 46.672 empleados y 3.490 oficinas en el país de América del Sur.

Nuevas apuestas

Para Mapfre, el país carioca es una apuesta crucial. Este mismo año ha incrementado su presencia con una inversión que asciende a 515 millones de euros. El grupo asegurador ha reestructurado la alianza que tenía con Banco de Brasil ante las expectativas a una mejora de las condiciones del mercado a pesar de la incertidumbre que generan los comicios. La confianza de la compañía sigue intacta por este mercado, que aporta el 16 por ciento de su negocio.

Para protegerse, la firma que preside Antonio Huertas firmó un contrato de 250 millones de euros ante posibles fluctuaciones del real, con el fin de que el impacto de las devaluaciones mengue su cuenta de resultados. Esta cobertura está establecida en un tipo de cambio de 4,3929 euros por real. Ayer, la cotización de la moneda comunitaria frente a la divisa latinoamericana.

Las grandes firmas españolas confían en el país y siguen impulsando las inversiones

A cierre de junio, los negocios de Brasil supusieron a Mapfre unos ingresos de 2.000 millones, mientras que el beneficio fue de 30 millones, la mitad que en el mismo periodo del año anterior. Las ganancias se vieron afectadas por el aumento de la siniestralidad, la devaluación del real, la bajada en la rentabilidad de la cartera de bonos soberanos y por los mayores costes derivados de la reorganización de la actividad. Pero, en moneda local el negocio de Mapfre en Brasil continuó incrementándose en el primer semestre. En concreto, subió un 9 por ciento, como consecuencia de la buena evolución del canal de bancaseguros y la recuperación de la actividad crediticia. Para los próximos tres años, la aseguradora contempla un crecimiento medio de las primas superior al 6 por ciento y conseguir un retorno del capital del 12 por ciento.

Para Inditex, Brasil supone también un mercado relevante porque tiene 71 tiendas en el país: 56 de Zara y otras 15 más de Zara Home. El gigante gallego de la distribución no desglosa los datos de facturación por mercado, pero sí que está sufriendo también la depreciación del real, que unida a la debilidad también de otras monedas, está golpeando a sus cuentas.

Dia ya admitió en la presentación de sus resultados semestrales que la primera mitad del año fue un período particularmente difícil en Brasil donde "un flojo" comienzo del año, un difícil contexto de negociaciones con proveedores locales, la deflación en alimentación, la frágil confianza del consumidor y una huelga de transportes enturbió el normal funcionamiento de las operaciones. La compañía facturó en el primer semestre 690,8 millones de euros en Brasil, lo que supone un 20,5 por ciento menos, mientras que las ventas netas descendieron un 10,3 por ciento, hasta los 3.800 millones de euros.

Proyectos clave

También las compañías de infraestructuras españolas tienen en Brasil uno de sus mercados prioritarios. Es el caso de Abertis, que opera en el país a través de Arteris. La concesionaria explota nueve autopistas, con más de 3.400 kilómetros, lo que la convierte en el mayor operador. El mercado carioca pesa el 16 por ciento de los ingresos totales del grupo español y el 12 por ciento del resultado bruto de explotación (ebitda). Su apuesta por Brasil sigue intacta y está interesada en nuevas compras.

Mientras, ACS se erige en el mayor operador de líneas eléctricas de Brasil y también sobresale en la construcción de infraestructuras de transporte. Un nicho donde Sacyr también destaca, con la construcción del metro de Sao Paulo y, ahora, de Fortaleza, y con una clara vocación de crecimiento en concesiones de autopistas, entre otros. De igual modo, Copasa y Acciona están presentes en el mercado brasileño. El grupo de José Manuel Entrecanales, además de la actividad constructora, ha conseguido relevantes contratos en el ámbito energético, como el pedido de turbinas a su filial Nordex este mismo año.

Respecto a las firmas energéticas, Brasil es uno de los mercados de referencia de Iberdrola, donde controla el 52,45 por ciento de Neoenergia -el resto es de Previ y Banco de Brasil-, cuyos resultados integra totalmente en su balance desde hace un año. Esta sociedad tiene intereses en generación -más de 3.500 MW-, redes -con unos 585.000 kilómetros de longitud- y venta de electricidad, ámbito en el que presta servicio a 13,7 millones de clientes. En su plan estratégico, Iberdrola prevé invertir 5.000 millones de euros entre este 2018 y 2020, de los que ya destinó casi 400 millones durante el primer semestre. En este período, Neoenergía aportó un beneficio neto de 671 millones de euros -un 144 por ciento más- a las cuentas de la multinacional presidida por Ignacio Sánchez Galán.

La petrolera presidida por Antonio Brufau tiene presencia en Brasil desde 1997. Desde 2010 opera con la subsidiaria Repsol Sinopec Brasil, en la que cuenta con un 60 por ciento. Tiene los derechos de explotación en siete bloques mineros marinos -en el llamado presal- y en su plan estratégico anuncia el inicio de la explotación de dos de ellos, Sagitario (a partir de 2025) y Campos 33 (a partir de 2024), como parte esencial de su crecimiento futuro, por su bajo coste de materialización; concretamente, Campos 33 es inferior a los 40 dólares por barril. En la actualidad produce gas -a razón de unos 8.800 millones de pies cúbicos- y petróleo -a razón de 8,8 millones de barriles diarios- y vende lubricantes y otros productos derivados.

Finalmente, Naturgy cuenta con dos ramas de negocio en Brasil. Por un lado está la distribución de gas, con tres sociedades, Ceg, Ceg Río y Naturgy Sao Paulo Sul, que prestan servicio a más de un millón de clientes en el Estado de Río de Janeiro y Sao Paulo; otra sociedad, Naturgy Serviços se dedica a otros servicios energéticos, desde la asistencia técnica al ahorro y la eficiencia. En 2017 le aportaron un resultado bruto operativo de 283 millones de euros. Por otro lado, su filial Global Power Generation se dedica a la producción eléctrica con renovables con 68 MW solares, a los que pronto se sumarán otros 83 MW recientemente adquiridos.

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