
La batalla que ha iniciado el Gobierno contra los vehículos diésel se ha cobrado su primera víctima entre las compañías fabricantes con plantas de producción España. La alemana Volkswagen ha sido la primera que ha decidido hacer un parón de 8 días en su planta española de Pamplona ante el cambio drástico de pedidos de diésel a gasolina en las últimas semanas.
La patronal de fabricantes Anfac ya advirtió hace unos días del peligro para la industria en España de los mensajes transmitidos desde el Ejecutivo cuando la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguró que el diésel "tenía los días contados" y el Ejecutivo de Pedro Sánchez planteó una subida de impuestos a este carburante. Según los últimos datos de matriculaciones del pasado 1 de agosto, las ventas de vehículos diésel en nuestro país han caído un 13% respecto al mismo mes del año anterior.
En este escenario, Volkswagen ha sido la primera en reaccionar. La filial alemana comunicó ayer al comité de empresa de la planta de Landaben (Pamplona) su intención de iniciar la tramitación de un expediente de suspensión de contratos de trabajo de ocho días por causas productivas. La empresa cifra la necesidad de cierre en ocho días, los cinco de la primera semana de septiembre, del 3 al 9, y tres días más por definir, según explicó a Efe el presidente del comité de empresa, Alfredo Morales.
Fuentes del sector aseguraron a elEconomista que detrás del parón de Volkswagen, además de la batalla contra el diésel, hay un cúmulo de circunstancias que afectarán en breve a la mayoría de los fabricantes en España. Una de ellas es la nueva norma europea de homologación de emisiones y consumos en los motores de los nuevos vehículos que entrará en vigor el próximo 1 de septiembre. La normativa -denominada WLTP- se ha endurecido según estas fuentes, y los fabricantes -entre ellos Volkswagen- no están llegando a tiempo de homologar todos los motores para la fecha indicada, por lo que no tiene sentido seguir produciendo vehículos sin tener este certificado. Así lo ha transmitido la marca alemana a los trabajadores de Pamplona. "Eso hace que no tengan motores suficientes como para abastecer a todas las plantas", según dijo ayer el portavoz del comité de empresa de la factoría, quien añadió que el reajuste se hará en todas las plantas de producción del grupo Volkswagen. Según este trabajador, ya ha habido cierres del mismo tipo en Alemania en julio y agosto y también en Sudáfrica y México.
En pleno aumento de ventas
Al problema con las nuevas homologaciones de motores se ha unido, según las fuentes consultadas por este diario, el repunte de las ventas que se ha producido en España en el primer semestre del año. La marca alemana está teniendo un fuerte aumento de ventas en nuestro país en lo que va de año, pero esta demanda no puede ser satisfecha por los problemas con los proveedores de motores que está teniendo el fabricante alemán.
Otras fuentes señalan que la entrada en vigor el 1 de septiembre del nuevo sistema de homologación ha propiciado que las marcas hayan hecho mayores ofertas en los turismos y todoterrenos nuevos con la intención de vender todos los vehículos que tenían en stock antes de esa fecha, para no incumplir la nueva ley. Este hecho ha supuesto que en el mes de julio las matriculaciones en España se hubieran disparado casi un 20%. Tras el parón, la alemana espera reabrir con el ritmo de producción anterior.