Empresas y finanzas

El vía crucis de los sectores bajo arancel

  • La cotización de las acereras y las tecnológicas americanas se resiente
Trump reunido con Xi Jinping. Foto: Reuters.

Las decisiones que ha ido adoptando Donald Trump a lo largo de su todavía corta, pero intensa legislatura, han sido claves en la bolsa. El impacto positivo se produjo el año pasado, cuando redujo el impuesto de sociedades. El negativo lo ha impulsado en marzo, un mes en el que los principales índices estadounidenses, Dow Jones y Nasdaq, se dejan aproximadamente un 3%, afectados por sus medidas.

Aunque se anticipa que, finalmente, la guerra comercial sea limitada, la política arancelaria está pasando factura a la cotización de sectores como el del acero, o el tecnológico estadounidense, que se están viendo envueltos en una fuerte volatilidad. Los primeros sufren ante la aplicación de aranceles de manera directa sobre las importaciones desde fuera de los Estados Unidos; los segundos por fabricar en China parte de los componentes con los que montan sus productos: trasladar este coste al cliente, significaría elevar los precios. Por el contrario, si se preserva el interés del consumidor, el efecto negativo se notaría sobre

Según Trump, su objetivo es reducir el déficit fiscal con Estados Unidos en unos 100.000 millones de dólares; por lo que, de forma directa, aplicará aranceles a China comprendidos entre los 50.000 millones y los 60.000 euros y se espera que en los próximos días dé a conocer la lista completa que podría afectar, además de a las lavadoras o a las placas solares, a otras industrias, como la aeronáutica, o también a la agrícola. Por lo pronto, los aranceles sobre el acero y su variedad inoxidable ya podría afectar a los fabricantes de automóviles o a los de bebidas, que, en caso de importar materias primas para sus envases o piezas, podrían sufrir de forma indirecta el aumento del coste y verse obligados a traspasarlo a los clientes.

En medio de esta tormenta, también están intranquilos los inversores de portales de comercio online. Aunque Donald Trump no ha aplicado todavía ninguna medida concreta, de forma recurrente demuestra que no le gusta el modelo comercial de Amazon, al que le ha acusado de reducir el empleo en el sector. Esta indirecta escondería un posible cambio fiscal del gigante fundado por Jeff Bezos.

De acuerdo con algunos medios norteamericanos, Trump está obsesionado con Amazon, por lo que no se descarta que pueda tomar alguna medida en contra de la compañía, que también podría afectar a la fiscalidad del sector o incluso de algunas otras empresas tecnológicas. Acabar con su modelo fiscal, que según el presidente de los Estados Unidos, es negativo para el país porque no deja impuestos ni a los gobiernos estatales ni a los locales, podría ser una de las medidas que el presidente norteamericano estaría valorando.

El modelo fiscal que utilizan las empresas de Internet está siendo muy criticado; también en Europa, donde no gusta que las empresas del sector no paguen los impuestos que deberían, ya que no están relacionados con el país en el que generan los ingresos.

Tecnología: La tecnología china, 'no apta' para los fabricantes de EEUU

La amenaza de guerra comercial se ha dejado sentir con fuerza en los últimos días en los gigantes de la tecnología. Dejando de lado a Facebook, envuelta en turbulencias por la utilización ilícita de los datos personales de sus usuarios, la amenaza de Trump de 'gravar' la tecnología china para proteger la fabricación en Estados Unidos, ha sido un duro golpe para varias grandes compañías tecnológicas. Apple podría ser una de las afectadas, ya que aunque 'monta' sus productos en Estados Unidos buena parte de los componentes de sus productos los fabrican terceros; entre ellas compañías asiáticas. El propio Tim Cook, desde China, instó a Trump a evitar el proteccionismo. En marzo las acciones de Apple ceden cerca de un 5%. La decisión de Trump choca directamente con los intereses de China que también amenaza con colocar aranceles sobre los productos estadounidenses. Trump acusa al gigante de asiático de utilizar la copia de patentes para favorecerse económicamente y los aranceles son su 'venganza'.

Alimentación: Presión sobre la inflación de manera indirecta

La decisión de aplicar aranceles sobre las importaciones de acero y acero inoxidable podrían repercutir negativamente sobre otros importantes sectores estadounidenses, que compran materia prima a productores fuera de los Estados Unidos. Uno de los que se puede ver afectado es el de alimentación y bebidas, que utilizan envases metálicos para distribuir sus productos. Indirectamente, el aumento de este coste podría repercutir en el precio de venta de dichos productos y, por tanto, también en la inflación de Estados Unidos. No obstante, este hipotético efecto 'macro' no parece que preocupe al presidente estadounidense, ni que, en un principio, vaya a generarle un choque con otras instituciones, como la Reserva Federal. A diferencia del Banco Central Europeo (BCE) que cuenta con un mandato directo para que la inflación no supere el 2%, en EE.UU. la política monetaria no está directamente relacionada con la evolución del índice de precios al consumo.

Acero: Las importaciones de materiales básicos, las primeras en caer

El sector del acero y del acero inoxidable fue el primero tocado por el proteccionismo de Donald Trump. El 8 de marzo, el presidente estadounidense anunciaba que había decidido imponer un arancel del 25% sobre las importaciones de acero y del 10% en el caso del aluminio. Este paso, que buscaría reducir la competencia a las que se ven expuestas las empresas estadounidenses por los gigantes emergentes -y por tanto proteger el empleo- ha significado un duro golpe para el sector. En un mes, el índice Nyse Arca Steel Index, formado por las principales empresas acereras y de minerales del mundo, se ha dejado un 10%. A título individual, las empresas del sector también han sufrido el anuncio, como, por ejemplo, Arcelor. Desde el pasado 8 de marzo, los títulos de la compañía han caído en bolsa alrededor de un siete%. Una evolución muy similar es la que ha protagonizado Acerinox. La compañía no se ha beneficiado en bolsa de que parte de su producción la realice en Estados Unidos, lo que incluso podría impulsar un incremento de la demanda de sus productos gracias a la decisión de poner aranceles de Donald Trump.

Industria: Placas solares, lavadoras... todo que sea norteamericano

En un arranque de la defensa de lo puramente norteamericano, además de los aranceles sobre el acero, uno de los primeros anuncios del presidente norteamericano fue gravar las importaciones de productos típicamente domésticos, como las lavadoras, o de generación de energía, como las placas solares. En el caso concreto de China, la lista de productos podría ser mucho más amplia y se calcula que alcanzarán los 1.300, para lograr unos ingresos comprendidos entre los 50.000 y los 60.000 millones de dólares. Aunque el gigante asiático parece dispuesto a ampliar las adquisiciones de productos estadounidenses -Trump quiere moderar el importante déficit comercial de EE.UU. con China-, con un objetivo de reducción del déficit en unos 100.000 dólares, parece complicado que la diferencia pueda paliarse con una lista breve de productos.

De hecho, existen dudas sobre cuáles serán las industrias que podría aparecer en esta lista y se especula con la posibilidad de que figure la aeronáutica, pero tambiénpodrían verse implicados sectores como el agrícola.

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