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Ginebra, 16 oct (EFECOM).- La inversión extranjera directa (IED) en Africa aumentó el año pasado el 78 por ciento, hasta alcanzar el máximo histórico de 31.000 millones de dólares que, sin embargo, estuvo poco repartida geográfica y sectorialmente, según la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).
La organización publicó hoy su informe anual, en el que se pone de manifiesto que la IED en ese continente, el más pobre del mundo, aportó el 19 por ciento de la formación bruta de capital fijo generada por su economía durante ese año.
Sin embargo, la participación de Africa en la IED mundial siguió en un nivel muy bajo, sin superar el 3 por ciento, después de haber caído en 2005.
El fuerte incremento de la entrada de capital en Africa se produjo a pesar de que durante el año pasado varias multinacionales de la industria textil se retiraron del continente al vencer el Acuerdo Multifibras en 2005, lo que redujo las ventajas derivadas de la cuotas a la exportación correspondientes a los países africanos.
El país donde más aumentó la entrada de capital fue Sudáfrica, al pasar de 800 millones de dólares en 2004 a 6.400 en 2005, el 21 por ciento de las IED de todo el continente.
Ese incremento se debió fundamentalmente a la adquisición del Amalgamated Bank of South Africa (ABSA) por el británico Barclays Bank por 5.500 millones de dólares.
Junto a Sudáfrica, los diez mayores receptores son, por este orden, Egipto, Nigeria, Marruecos, Sudán, Guinea Ecuatorial, la República Democrática del Congo, Argelia, Túnez y Chad, que recibieron el 86 por ciento del total, principalmente de EEUU y el Reino Unido, seguidos de lejos por Francia y Alemania.
En cambio, hasta en 34 países africanos las IED no superaron los 100 millones, la mayoría de ellos con recursos naturales limitados, con un pasado reciente de conflictos internos o inestabilidad política y sin capacidad para desarrollar industria manufacturera propia importante y, por lo tanto, los menos integrados en el sistema mundial de producción.
Las entradas en Sudáfrica también fueron las más diversificadas, ya que se destinaron a los sectores de la energía, la maquinaria, la minería y, en mayor medida, la banca.
Sin embargo, la mayoría de las IED se concentró en muy pocas industrias, principalmente en la energética, de forma que seis países productores de petróleo (Argelia, Chad, Egipto, Guinea Ecuatorial, Nigeria y Sudán) recibieron el 48 por ciento del total.
Algunos países como Kenia, Mauricio, Lesoto, Suazilandia y Uganda habían empezado a recibir IED para su industria textil y del vestido gracias a la ley sobre crecimiento y oportunidades para Africa, pero la tendencia cambió tras la conclusión del Acuerdo Multifibras.
En Mauricio cayó la producción el 30 por ciento y en Lesoto se fueron seis empresas, con lo que se perdieron 6.650 puestos de trabajo.
"Ese revés demuestra que el impacto en Africa de las iniciativas relacionadas con el comercio puede ser efímero, porque la capacidad de producción nacional no es suficiente para absorber y mantener los procesos de producción", explican los expertos de la UNCTAD.
Para este año, la responsable de Análisis de Inversiones de la organización, Anne Miroux, prevé que la inversión extranjera vuelva a aumentar, "dado el elevado número de recursos, así como la existencia de una política generalmente favorable a la IED en la región", que atrae especialmente a las economías en desarrollo más avanzadas.
En su opinión, y aunque muchos países africanos han firmado nuevos acuerdos bilaterales sobre inversiones y tributación, "aún sigue siendo muy difícil atraer IED de calidad, que tenga considerables posibilidades de crear empleo y fomentar la competitividad de las empresas locales". EFECOM
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