Empresas y finanzas

La junta de IAG reelige a Saracho como consejero entre críticas de accionistas

  • "Ha demostrado su incapacidad para dirigir el destino de cualquier empresa"
  • "Ha propiciado que miles de accionistas hayan perdido su dinero"
Emilio Saracho.

La junta general de accionistas de International Airlines Group (IAG) ha aprobado hoy la reelección del expresidente de Banco Popular Emilio Saracho como consejero independiente del grupo, ante las críticas de los accionistas de la Asociación de Afectados por el Desmantelamiento de Iberia.

En el turno de preguntas, el secretario general de la asociación, Javier Sotos, se ha manifestado en contra de la reelección de Saracho como consejero independiente de IAG, ya que, en su opinión, no parece persona idóneo para el cargo.

Sotos ha explicado que Saracho ha demostrado "su incapacidad para dirigir el destino de cualquier empresa con una actuación más que discutible en su escaso, pero intenso, paso por Banco Popular, tan desgraciadamente de actualidad".

Sotos ha calificado la adjudicación de Banco Popular por el precio simbólico de un euro al Banco Santander -lo que ha supuesto la pérdida del dinero para todos los accionistas- de "escándalo de increíble magnitud".

"No nos parece de recibo que se proponga para ocupar el cargo tan importante como el de consejero independiente de IAG a alguien que, con su actitud, ha propiciado que miles de accionistas y poseedores de otros instrumentos de capital hayan perdido su dinero", ha lamentado.

Aunque la asociación entiende que el orden del día para la junta de IAG es anterior a los acontecimiento de Banco Popular, a juicio de Sotos, si Saracho tuviera "un mínimo de coherencia", lo que debería hacer en este mismo momento es renunciar a su cargo.

Renovación de la flota de aviones

Otro grupo de inversores ha considerado "lamentable" la renovación de flota de aviones acometida en Iberia a raíz del "batacazo" de 2013 con la incorporación de los Airbus A330, "un avión obsoleto que devuelve a la aerolínea española a la era del McDonnell Douglas DC-8 y que la limita mucho operativamente y en capacidad, como ya habían advertido pilotos y tripulantes de cabina".

Un portavoz de este grupo de accionistas, entre los que se encuentran trabajadores de Iberia, ha denunciado que en los últimos días un vuelo con destino a Montevideo, operado con un A330-300, no pudo despegar por el calor y la pesada carga que llevaba, y tuvo que esperar a que la temperatura bajara.

Dos días más tarde, el mismo vuelo no sólo no pudo llevar las siete toneladas de mercancías y correo previstos, sino que se planteó dejar 240 maletas de pasajeros, aunque finalmente, "la providencia sonrió" a Iberia y se produjo un pequeño cambio en la configuración del viento que permitió al menos cargar las maletas, ha criticado.

Un accionista minoritario ha dicho que estaba de acuerdo con las dos intervenciones precedentes, aunque también ha querido agradecer al equipo de gestión de IAG por la revalorización de las acciones del grupo, tras años de muchas dificultades.

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