
Uber comenzó a ofrecer el pasado año su servicio de transporte privado con coches autónomos en Estados Unidos, en concreto, opera en Pensilvania, Arizona y California. No obstante, después de que ordenasen retirar sus coches San Francisco por saltarse semáforos, un reciente informe elaborado por la compañía y al que ha tenido acceso Recode pone de manifiesto la escasa seguridad de la que gozan actualmente estos vehículos.
En el mismo se muestra el progreso que ha experimentado esta tecnología en los últimos meses en cuanto al número de desconexiones realizadas, es decir, la cantidad de intervenciones humanas que han sido necesarias durante el trayecto por cualquier circunstancia.
Dentro de estas, hace una diferenciación en tres niveles: las intervenciones donde no existe peligro; las desconexiones "críticas", en las que el conductor evita al intervenir algún incidente físico o material; o "las malas experiencias", donde se incluyen acciones de gran peligro llevadas por el coche como los frenazos bruscos o giros repentinos.
Menos situaciones críticas
Así, durante el pasado mes de enero, los coches autónomos de Uber requirieron de la intervención de un humano cada 0,8 millas (1,29 kilómetros). Una cifra que se disparó a comienzos de febrero hasta una desconexión por cada milla (1,6 kilómetros), pero rápidamente volvió a bajar para mantenerse hasta ahora en un promedio cercano al inicial.
La nota positiva se encuentra en la mejora de las desconexiones "críticas" puesto que han pasado de darse una vez cada 125 millas (201 km) en el mes de enero a una por 196 millas (315 km) en marzo.
Una mejora que no comulga con la evolución de las denominadas "malas experiencias", las cuales se produjeron una vez por cada 4,5 millas (7,2 kilómetros) en enero, pero han ido creciendo hasta promediar en marzo una por cada 1,9 millas (3 km).
De esta forma, Uber, que está enfrentada con Waymo tras la denuncia de esta por un supuesto robo de información, vuelve a quedar en evidencia en este ámbito respecto a la filial de Alphabet, también matriz de Google. Waymo lleva desarrollando esta tecnología desde 2009 y se ha convertido en el referente en este campo, un hecho que se puso de relieve tras arrasar al resto de entidades en la comparativa recogida en el informe 'Report on Autonomous Mode Disengagements'.
A la compañía estadounidense de transporte privado bajo demanda se le abre así otro frente donde debe mejorar su imagen. Esta ha quedado deteriorada tras la dimisión de su presidente, Jeff Jones, después de solo seis meses en el cargo, así como por las continuas polémicas en las que se ha visto envuelto su CEO, Travis Kalanick. La última, su discusión con un conductor en quiebra a quien le reprochó: "Asume tu propia mierda, ¡buena suerte!