
Grupo Villar Mir (GVM) ultima un acuerdo para refinanciar una parte de su deuda por un importe que asciende a casi 840 millones de euros, según explican a elEconomista fuentes financieras. La compañía afronta el vencimiento de casi 200 millones en 2017 y de más de 460 millones en 2018, lo que implica que el holding de la familia Villar Mir debe hacer frente al grueso de su endeudamiento (más de dos terceras partes) en menos de dos años. Con las desinversiones acometidas, como la del Centro Canalejas, Abertis, Colonial y otras que tiene en marcha, rebajará el importe global, al tiempo que adecuará el tipo de interés que paga por sus créditos a la coyuntura actual, ampliará los plazos y reducirá garantías colaterales.
El grupo que preside Juan Miguel Villar Mir, que aglutina una participación de control en OHL y Ferroglobe, Inmobiliaria Espacio, Villar Mir Energía y Fertiberia, entre otros, inició las negociaciones para reestructurar su deuda en el último trimestre de 2016. La pretensión es sellar un acuerdo antes de final del próximo mes de abril. El propio Villar Mir se ha dirigido personalmente a las entidades financieras para pedir un esfuerzo con el que es uno de los mayores conglomerados empresariales de España, con una plantilla de más de 31.600 trabajadores, y exponer la solvencia demostrada a lo largo de su historia.
Ya en agosto, el holding logró refinanciar préstamos por un importe de 200 millones que estaban ligados a la cotización de OHL, cuyo capital está controlado por Grupo Villar Mir con una participación que supera el 50%. Entonces, la situación era crítica, puesto que Moody's había rebajado aún más la calificación de la constructora y los bajistas habían recrudecido su ofensiva contra el valor, que se situaba en mínimos históricos.
El acuerdo liberó a GVM de tener que aportar garantías adicionales para dichos préstamos si la cotización de OHL bajaba de determinados niveles. Lo suscribió con Deutsche Bank, que sustituyó a un pool de siete bancos. La empresa sigue teniendo pignorado, en cualquier caso, el 43% de la constructora como garantía ante sus acreedores, aunque ya no está vinculado a su evolución en bolsa.
Este crédito con Deutsche Bank se limita ahora a 185 millones. Su vencimiento, que no se desveló el pasado verano, se reparte entre este año (120 millones) y 2019 (65 millones). Forma parte, por tanto, de la deuda que se va a refinanciar por parte de GVM. El mayor préstamo, no obstante, está soportado por Ferroglobe, por un importe próximo a los 300 millones, de los que 57 millones vencen en 2017 y el resto en 2018. Adicionalmente, tiene 180 millones en productos derivados a más largo plazo y mantiene en circulación una emisión de bonos por 150 millones, que expira en el próximo ejercicio, así como líneas sin garantía real por casi 50 millones.
El objetivo prioritario de esta negociación es, como ocurrió l pasado verano, rebajar la deuda del grupo y reducir el importe de colaterales. Lo hace en un contexto en el que GVM se ha visto penalizado en los resultados del último ejercicio por la crisis de OHL -su principal activo-, que se anotó unos números rojos históricos de 432 millones. Tampoco la evolución del resto de sus negocios principales ha sido muy positiva, afectados fundamentalmente por los precios de la energía y de las materias primas.
Así, GVM perderá dinero en 2016 por primera vez en su historia. Hasta septiembre, la compañía ya registró un resultado negativo de 73,5 millones. Un escenario muy distinto al que dibujaban sus proyecciones iniciales para el ejercicio, en las que estimaba más que triplicar el beneficio de 2015 (60,2 millones), hasta el entorno de los 200 millones.
No obstante, OHL volverá presumiblemente a ganar dinero de manera sostenible en 2017 y cuenta para ello conla confianza de la banca, que hace escasos días le concedió una línea de financiación por casi 750 millones. Asimismo, las expectativas para Ferroglobe son positivas. Por ello, el grupo de la familia Villar Mir prevé dar la vuelta a sus resultados este año.
Entre enero y septiembre de 2016, la multinacional había logrado rebajar en 253 millones su deuda por desinversiones. El pasivo total del grupo, incluido OHL, alcanzaba los 5.481,7 millones, un 30,3% inferior a la cifra de un año antes.
Desinversiones
En el último año y medio, GVM ha reducido hasta el 1,5%% su posición en Colonial (llegó a superar el 24% del capital de la inmobiliaria y la última venta la realizó, desde el 3,3%, el pasado mes de enero), se ha desprendido de sus acciones en Abertis, ha traspasado Torre Espacio por 558 millones, ha vendido la mitad de su participación en Canalejas (hasta el 32,5%) por 146,25 millones y, recientemente, el 2% de Ferroglobe. Además, en las últimas semanas ha alcanzado un principio de acuerdo con el fondo de infraestructuras canadiense Brookfield para traspasarle sus hidroeléctricas por 255 millones (importe neto de 153 millones).
En este momento, el grupo tiene la opción de lograr fondos con Fertiberia, Colonial, Ferroglobe, sus activos inmobiliarios o la propia OHL, por la que recibe constantes muestras de interés, según reconoció hace escasos días Juan Villar-Mir de Fuentes, hijo del patrón y actual presidente de la constructora.
La estrategia de GVM se concentra en seis divisiones: construcción (OHL), fertilizantes (Fertiberia), ferroaleaciones y siderurgia (Ferroglobe), inmobiliario (Espacio), financiero (trading) y energía (Villar Mir Energía).