El Deutsche Bank, el mayor banco de Alemania, anunció hoy que entre enero y septiembre perdió 4.647 millones de euros, frente a un beneficio neto de 1.250 millones de euros en el mismo período del año anterior. Este resultado se debe en gran medida a depreciaciones de 5.800 millones de euros en la banca de inversión consignadas en el tercer trimestre de este ejercicio.
Además, la entidad ha anunciado que no pagará dividendo ni este año ni durante el próximo ejercicio al tiempo que realizará una reforma laboral en la compañía por la que despedirá a 9.000 trabajadores de forma directa, pero el recorte de plantilla afectará a un total de alrededor de 35.000 personas si se completan las ventas de activos previstas. Asimismo, abandonará diez países en los que opera actualmente.
El nuevo copresidente del Deutsche Bank, John Cryan, calificó estas cifras de "resultado absolutamente decepcionante" y tiene previsto comparecer en rueda de prensa esta mañana para detallar sus planes de reforma del grupo.
Las pérdida antes de impuestos de la entidad hasta septiembre fueron de 3.393 millones de euros, frente a las ganancias antes de impuestos de 2.864 millones de euros cosechada en los nueve primeros meses del ejercicio previo. Los ingresos netos del grupo bancarios ascendieron en los tres primeros trimestres del año hasta los 26.883 millones de euros, un 11,5% más en términos interanuales.
Pérdidas récord en el tercer trimestre
La compañía registró pérdidas por un importe neto récord de 6.024 millones de euros en el tercer trimestre del año, frente al resultado negativo de 92 millones de euros del mismo periodo de 2014, después de asumir amortizaciones y depreciaciones.
"En el tercer trimestre de 2015 registramos una pérdida neta récord, un resultado altamente decepcionante provocado en gran medida por elementos que ya habíamos señalado anteriormente", declaró John Cryan, con-consejero delegado del banco.
Asimismo, la cifra de negocio neta de la entidad alemana alcanzó entre julio y septiembre un total de 7.330 millones de euros, un 6,8% por debajo del dato correspondiente al mismo periodo del año anterior.
Sin dividendo y 9.000 despidos
Cryan anunció también el despido de 9.000 trabajadores dentro de una profunda reforma interna del grupo, y prescindir de otros 6.000 puestos correspondientes a contratistas externos en su área de tecnología global y operaciones.
Asimismo, el banco tiene la intención de desprenderse de activos con una base de costes total de unos 4.000 millones de euros y alrededor de 20.000 empleos a tiempo completo equivalentes a lo largo de los próximos 24 meses.
Una medida que se suma al anuncio de ayer que, debido a sus resultados y a la profunda reforma interna que planea, no prevé pagar dividendos a sus accionistas ni en este año ni en el próximo ejercicio, una medida que la entidad no había tomado desde los años 50. "El consejo espera recomendar el pago de dividendo ordinario a partir del ejercicio fiscal 2017", añadió la entidad.
Para volver a la senda de los "beneficios sostenibles" la entidad debe tomar "decisiones duras" en materia laboral, explicó Cryan en su primera comparecencia pública tras acceder a su actual cargo. "Nuestra casa debe volver a ser atractiva para clientes, accionistas y trabajadores", aseguró.
Cierre en 10 países
Cryan indicó que la nueva estrategia de Deutsche Bank se sustenta sobre cuatro aspectos: ser más simple y eficiente, reducir el riesgo, estar mejor capitalizado y gestionar Deutsche Bank con mayor disciplina.
"Lamentablemente, esto también significa el cierre de algunas filiales y localizaciones en países, así como reducir el personal de cara al público y en infraestructura", añadió el máximo ejecutivo del banco.
De este modo, la entidad germana anunció su intención de cerrar sus operaciones en Argentina, Chile, México, Perú, Uruguay, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Malta y Nueva Zelanda, además de transferir su negocio de 'trading' en Brasil a centros regionales y globales.