Empresas y finanzas

Ministro luso advierte presentará queja en Bruselas contra GM

Lisboa, 11 jul (EFECOM).- El ministro de Economía de Portugal, Manuel Pinho, advirtió hoy de que informará a la Comisión Europea (CE) acerca de la medida adoptada por General Motors (GM) de cerrar la planta de Azambuja y que el proceso podría ser "ejemplar".

"Resulta necesario informar a la Comisión Europea (sobre) la forma cómo GM utiliza el dinero comunitario", dijo Pinho en rueda de prensa.

El ministro luso advirtió de que "serán tomadas todas las medidas necesarias para convertir este asunto en un caso ejemplar", al referirse a la decisión anunciada hoy por GM de cerrar la planta en la localidad portuguesa de Azambuja y transferir la producción del modelo Opel Combo a la fábrica de Zaragoza.

Pinho argumentó que fueron presentadas a la dirección de GM "soluciones serias y un programa generoso" para mantener en funcionamiento la planta de Azambuja.

El ministro reclamó que la multinacional tendrá que devolver al Estado luso el dinero que recibió en incentivos fiscales y otra parte que tuvo su origen en "fondos comunitarios".

Tras varias semanas de conversaciones con el gobierno y los sindicatos portugueses, GM anunció hoy en Lisboa que en diciembre próximo cesará la producción de la fábrica de Azambuja, dedicada al modelo Opel Combo, y la trasladará a la factoría española de Zaragoza.

El vicepresidente de la General Motors para Europa, Eric Stevens, explicó en declaraciones a los periodistas que la decisión "no se relaciona con la calidad" de la producción de los vehículos, sino con "los costes, principalmente los logísticos".

El ministerio de Economía informó hoy en un comunicado de que la decisión del cierre ha sido "una sorpresa" para el ejecutivo, teniendo en cuenta esas conversaciones -en las que revela la participación del gobierno y la embajada de Estados Unidos- y el anuncio de un directivo de GM de que mantendrían Azambuja en producción hasta 2009.

Los principales partidos portugueses, de izquierda y derecha, pidieron hoy firmeza al gobierno y condenaron la decisión de General Motors (GM) de cerrar a finales de año su fábrica en Portugal, que da empleo a cerca de 1.200 personas.

El principal partido de la oposición, el Social Demócrata (PSD, conservador) la consideró "una pésima noticia" y una demostración de que ha fallado la estrategia del gobierno socialista, mientras que el partido Comunista (PCP) apeló al ejecutivo para que no se resigne a la decisión de la multinacional y "haga todo lo que debe" para garantizar la continuidad de la factoría. EFECOM

mrl/prb

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