José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, recordó en la última Junta de Accionistas de su compañía el compromiso del grupo por reducir las emisiones a cero en el año 2025 en sus principales mercados, para así contribuir de forma relevante en la descarbonización de la economía. Este objetivo, considerado prioritario en la corporación, parece encarrilado de acuerdo con los datos segmentados de sus actividades en España, Alemania, Brasil y Reino Unido.
En el mercado doméstico, Telefónica ha reducido su huella de carbono en un 92% desde 2015 gracias al uso de fuentes renovables para la generación del 100% de su electricidad, porcentaje que también se ha alcanzado en Brasil, Alemania y Perú. Además, el empeño corporativo por mejorar la eficiencia energética en España ha permitido a la filial disminuir su consumo por unidad de tráfico en un 78%, según datos a los que ha tenido acceso elEconomista. Entre otros logros, el uso de los servicios digitales Eco Smart de Telefónica evitaron en España la emisión de 2,46 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
En Alemania, la subsidiaria del grupo ha reducido sus emisiones de CO2 en más de 20.000 toneladas en 2021. Este registro ha sido posible, según fuentes de la compañía, gracias a un plan a corto-medio plazo para reducir la emisión de gases de efecto invernadero de Alcance 1 (producidas por la quema de combustibles y fugas de gases refrigerantes) y Alcance 2 (asociadas al consumo de electricidad). También contribuyó el cambio hacia fuentes de electricidad renovable, proyectos de eficiencia energética y reducción de consumo de combustibles. Todo lo anterior ha permitido a la filial germana reducir sus emisiones directas e indirectas un 97% desde 2015.
En el Reino Unido, Virgin Media O2 ya utiliza energía renovable en todas sus operaciones y está trabajando con los clientes para que también lo hagan. Para reducir el consumo propio, la operadora invierte en el uso de sensores inteligentes de software intuitivo y sistemas free cooling, lo que está contribuyendo a mejorar la eficiencia energética y a reducir las emisiones de CO2 en un 82% desde 2015.
En Brasil, Vivo ha recortado las emisiones de CO2 en un 19% en el 2021 y un 76% respecto a 2015. Además, sus 21 plantas de energía renovable a partir de fuentes solares, hidroeléctricas o biogás, serán 85 a finales de 2022.