El viaje de la transición energética se hará en coche eléctrico. En este paradigma, el litio cobra especial importancia, pues es fundamental en las baterías recargables. Sus precios han alcanzado niveles récord en los últimos meses por el rápido crecimiento de la demanda como respuesta a la expansión de la electromovilidad, que es una pieza clave en la construcción de un modelo sostenible.
De hecho, un informe de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA) señala que se prevé que la demanda de litio para baterías se multiplique por diez entre 2020 y 2030. Aunque se están desarrollando baterías basadas en el sodio, todo apunta a que el litio seguirá siendo el metal preferido en un futuro. Esto se produce tras varios años de precios bajos, precisamente, debido al exceso de oferta. Los expertos advierten que es probable que los precios se mantengan en los actuales niveles durante algún tiempo, ya que el crecimiento actual de la oferta va por detrás del de la demanda.
Las proyecciones de Bloomberg New Energy Finance (BNEF) sugieren una cuota del 27,7% de VE en las ventas de turismos en 2030, con 19 millones de batería y 6,8 millones híbridos. Se trata de una estimación conservadora, ya que las ventas de 2021 superan esta trayectoria.
Previsiones más recientes incluso sugieren casi 40 millones de ventas para 2030. En esta proyección, la demanda total de litio aumentará de 0,4 megatoneladas de equivalentes de carbonato de litio (LCE) en 2020 a 1,6-2 megatoneladas de LCE en 2030, un incremento de cuatro a cinco veces. A partir de entonces, se prevé un crecimiento mayor pero más moderado. La demanda de hidróxido de litio para baterías incluso crecerá más rápido por un cambio previsto hacia cátodos ricos en níquel.
"Desarrollar más capacidad de producción y procesamiento de litio es necesario"
Se tarda entre dos y tres años en construir y optimizar una fábrica de baterías o una planta de vehículos eléctricos, pero se tarda entre cinco y diez años en construir y optimizar una mina, y actualmente el sector de los vehículos eléctricos está reuniendo capital a un ritmo mucho más rápido que el sector de las materias primas. Por lo tanto, en esta década se requerirán especiales esfuerzos para desarrollar una capacidad adicional de producción y procesamiento de litio.
El litio se produce a partir de salmuera o de mineral de roca dura. Australia y Chile dominan la extracción actual, pero se están desarrollando nuevas minas en muchos países del mundo. Por su parte, los recursos de salmuera se concentran en la región donde confluyen Argentina, el Estado Plurinacional de Bolivia y Chile, así como en China. Los recursos de espodumeno están más repartidos.
Se siguen identificando nuevos recursos, entre ellos el más reciente en Alemania, donde se están desarrollando reservas de mineral de litio en Sajonia y recursos geotérmicos en el valle del Alto Rin. En Europa, se están estudiando proyectos en países como Austria, Portugal, España, Reino Unido, Irlanda del Norte y Serbia. También fura de Europa se están considerando nuevos proyectos.
Reducir la demanda
La investigación sobre baterías continúa y podría reducir la demanda de litio, pero los nuevos diseños aún no se han probado a escala comercial. En este contexto, también se habla del reciclaje como opción de suministro alternativo, pero el número de baterías en uso aumentará rápidamente en los próximos años. Si la batería de un VE dura 10 años, las baterías de desecho que entran en la fase final de vida útil será diez años inferior a la demanda. "El reciclaje no es una opción para reducir las necesidades de suministro de litio primario significativamente", apunta IRENA.
