Durante casi un siglo y medio, la Bolsa de Metales de Londres ha sido el lugar donde se fijan los precios mundiales de los metales industriales que van desde el aluminio hasta el zinc. En esta larga historia, las interrupciones en la cotización se pueden contar casi con los dedos de ambas manos.
Pues bien, a las 8:15 de la mañana de este martes una cotización se detuvo. La LME suspendió las operaciones con níquel, un metal que se utiliza para fabricar acero inoxidable y baterías para vehículos eléctricos, después de que los precios subieran hasta un 250% en dos sesiones. No obstante, lo más impactante para muchos en el mercado fue el anuncio posterior de la LME: se cancelaron todas las operaciones que tuvieron lugar en las horas previas a la suspensión.
La LME estaba trabajando a marchas forzadas para restablecer el orden cuando el mercado se vio afectado por el clásico short squeeze (el mercado se quedó congelado y sin operaciones de contraparte), impulsada por un movimiento de pánico del mayor productor de níquel del mundo, Tsingshan Holding Group y sus corredores para cerrar parte de una gran posición corta que habían construido durante meses. Muchos corredores han criticado la decisión de permitir primero que el mercado abriera el martes para luego revertir las transacciones realizadas, según ha podido averiguar la agencia financiera Bloomberg.
Tsingshan se enfrenta ahora a miles de millones de dólares en pérdidas, según han revelado personas familiarizadas con la compañía a The Wall Street Journal, después de que la guerra de Rusia en Ucrania haya provocado un aumento sin precedentes en el precio de un metal clave utilizado en acero inoxidable y baterías de vehículos eléctricos.
La pérdida puede ser de hasta 8.000 millones de dólares, antes de que los movimientos violentos en los precios del níquel llevaran a la Bolsa de Metales de Londres a suspender la cotización de este metal. No obstante, según informan desde Bloomberg, la firma china parece contar con la palabra de varios bancos que respaldarán sus posiciones con crédito (como garantía) para no verse obligado a cerrar los contratos con grandes pérdidas.
Los precios del níquel suben hasta la estratosfera
"Caótico, vergonzoso, escandaloso, calamitoso, ruinoso o elija cualquier palabra", comenta Michael Marlowe, director de Hythe Bay Metals. "Hoy ha sido un golpe devastador para todos los que aman la LME y todos aquellos que la usan para llevar a cabo sus asuntos diarios".

Para los corredores en la LME, uno de los pocos lugares que quedan en el mundo donde los brokers todavía se reúnen en un foso abierto para gritar órdenes unos a otros, el drama del martes fue un retroceso a los días más oscuros de la bolsa.
Lecciones de la 'crisis del estaño'
La última vez que la LME suspendió la negociación de uno de sus contratos fue durante la 'crisis del estaño' de 1985, cuando un cartel internacional de productores colapsó después de que ya no pudo sostener el precio del estaño.
Esa crisis fue una experiencia desgarradora que cambió la forma del mercado. Muchos corredores históricos se vieron obligados a cerrar el negocio por las pérdidas y, según la tradición de la LME, el estrés de la crisis acortó seguramente varias vidas.
Volviendo al presente, en el mercado del níquel, la negociación sigue paralizada. La LME ha reconocido que este mercado no volverá a abrir probablemente antes del viernes. E incluso después de reiniciar las operaciones, mantendrá algunas palancas de emergencia activadas: para empezar, el comercio solo se realizará en el horario europeo y con un límite diario del 10% en los movimientos de precios.
LME ha explicado que también está buscando un mecanismo para reducir las posiciones cortas en el mercado antes del reinicio, mediante la "compensación" de los titulares de posiciones largas y cortas de forma voluntaria.
Negociación y cesión
En la crisis del estaño de 1985, la LME abordó el incumplimiento efectivo del mayor participante de la siguiente forma: los contratos que estaban ya cerrados y cotizando los altos precios en el momento en que se suspendió la negociación se liquidaron tomando como referencia unos precios mucho más bajos.
Algunos participantes de la industria ya han sugerido que ahora se necesita una solución similar para evitar otro repunte frenético cuando el mercado vuelva a abrir, por ejemplo, por parte de los titulares dominantes de posiciones largas y cortas que acuerdan liquidar sus posiciones a un precio fijo, según revelan fuentes consultadas por Bloomberg.
"La LME necesita encerrarlos en una habitación y decirles que no saldrán hasta que lleguen a un acuerdo", comenta Malcolm Freeman, un corredor de Kingdom Futures que comenzó su carrera en la LME en 1974. "Es Tan sencillo como eso."
Aunque los precios del níquel habían subido durante semanas en medio de los temores de una interrupción del suministro ruso (uno de los grandes proveedores), el impresionante aumento de precios de esta semana se desencadenó cuando los titulares de posiciones cortas, incluido el principal productor Tsingshan, se apresuraron a cerrarlas.