
CaixaBank llevará a la próxima junta de accionistas una batería de cambios en sus estatutos donde destaca la supresión del voto de calidad asignado a la presidencia que actualmente ejerce José Ignacio Goirigolzarri.
En la documentación que acompaña al orden del día de la junta que celebrará el 8 de abril justifica la eliminación "en línea con las tendencias más recientes de gobierno corporativo en esta materia" y en su informe anual desvela que es un recurso que no se utilizó en 2021.
Se trata de una de las cláusulas sobre las que han planteado batalla los 'proxy advisors' o entidades que prestan servicios a los inversores, principalmente institucionales, para asesorarles en relación con el ejercicio de sus derechos de voto como accionistas.
Sin embargo sigue vigente en la inmensa mayoría de empresas, no solo financieras ni nacionales, al igual que en organismos públicos.
CaixaBank da así, de hecho, un paso que solo ha transitado BBVA dentro de la banca española. El resto de entidades mantienen en estatutos el recurso excepcional pensado para evitar situaciones que impidan u obstruyan la gobernabilidad, aunque su uso no es infrecuente en organismos públicos.
A los 'proxy advisors' no les gusta como concepto dentro de su empeño por el buen gobierno corporativo y por evitar votos que pesen más que otros.
Junto a este cambio, el banco llevará a junta otras modificaciones en el articulado de estatutos para adaptarlos a las novedades de la Ley de Sociedades de Capital que permite, por ejemplo, conocer la identidad de los accionistas y de los beneficiarios últimos si la persona o sociedad legitimada como accionista es un intermediario, poder celebrar a futuro juntas de manera telemática o que la junta pueda celebrarse aunque se ausente alguno de los miembros del consejo de administración.
El banco pedirá a sus accionistas permiso también para aprobar la nueva política retributiva de su cúpula y alta dirección, cuyos importes y conceptos retributivos se mantienen pero se impondrá una sola política para la parte de la remuneración variable, sujeta a los mismos parámetros frente a la multiplicidad de esquemas actuales.
Los accionistas deberán aprobar también la entrega de un dividendo en efectivo de 0,1463 euros por título y repartir con ello el 50% del beneficio entre inversores (con un dividendo total de 1.179 millones de euros).
De forma adicional, el banco pedirá permiso para recomprar y amortizar hasta un 10% del capital social con cargo a reservas de libre disposición. Dicho porcentaje corresponde hoy con un valor bursátil de unos 2.300 millones por ese 10%.
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