
Línea Directa obtuvo un beneficio neto de 110,13 millones de euros durante el ejercicio 2021, lo que supone una caída interanual del 18,3% pero supera los 107,31 millones cosechados durante 2019 y se sitúa en línea con lo estimado por los mercados. El consenso de analistas consultados por Bloomberg esperaba que el beneficio se situase ligeramente por debajo, en 109,33 millones.
Suponen, no obstante, los segundos mejores resultados de su historia y su retroceso se explica íntegramente en que compara con un 2020 anómalo por la baja siniestralidad, cuyo auge posterior castigó las cuentas, aunque el ratio se mantuvo por debajo de las incidencias pre-pandemia.
Por eso, su consejo de administración ha acordado llevar a su junta de accionistas la propuesta de distribuir un dividendo complementario de 0,020 euros brutos, que elevan a 0,091 el pago total con cargo a 2021 o a 99,2 millones de euros. Así, cumple con su compromiso de distribuir un 90% del beneficio y arroja una rentabilidad por dividendo del 5,7%.
La nueva consejera delegada de Línea Directa, Patricia Ayuela, calificó de "excelentes" los resultados logrados en su primer ejercicio como sociedad cotizada y subrayó que son "los más altos de su historia en cuanto a ingresos", con un beneficio que supera en un 2,6% a los de 2019, "lo que es realmente meritorio teniendo en cuenta la adversa coyuntura del mercado", ya que el negocio asegurador se vio afectado por la fuerte competencia y las menores ventas de vehículos por la crisis de suministros internacional.
Los ingresos por primas aumentaron un 1% y marcaron máximos en 907,19 millones, apoyados en un aumento del número de asegurados en todas sus ramas de negocio. La aseguradora elevó un 1,3% las ventas netas, hasta las 574.000 pólizas, y elevó un 26,6% o en más de 130.000 el número de asegurados, hasta superar los 3,34 millones de clientes.
Por ramos, los ingresos en Autos, que representa el 82% del negocio, cayeron un 0,9% y se situaron en 748,1 millones en un ejercicio donde las ventas de vehículos a particulares disminuyeron un 13% por la crisis de suministros y las restricciones. Aún así, indicó que ganó un 2,6% de asegurados en automóviles y motos.
En Hogar, aumentó un 8,8% los ingresos, hasta 131,2 millones, con un crecimiento en el número de pólizas del 7,5%, que le lleva a alcanzar los 712.000 asegurados. Y en Salud, rebasó los 100.000 asegurados, con un incremento del 17,5% en clientes y del 21,2% en los ingresos por primas, hasta totalizar los 26,4 millones.
Avance en la siniestralidad
Sin embargo, la cuenta se vio penalizada por el incremento de la siniestralidad por la recuperación de la movilidad, los siniestros atmosféricos y hasta la inflación y al comparar con un 2020 donde la siniestralidad fue excepcionalmente pequeña.
Eso hizo que el resultado técnico o puro asegurador cayese un 29%, hasta los 103,6 millones, algo que solo pudo mitigar parcialmente un aumento del 18,5% en el resultado por las inversiones financieras, que sumaron 34,66 millones a la cuenta de beneficios pese al entorno de tipos en mínimos históricos.
El ratio de siniestralidad neta del grupo aumentó, de hecho, en 6,2 puntos porcentuales y subió al 67,7%, si bien se sitúa 0,3 puntos por debajo del nivel pre-pandemia.
Su comportamiento llevó a que también empeorase el ratio combinado o porcentaje que mide los gastos asociados a siniestros y costes operativos frente a las primas. Dicha tasa empeoró en 4,9 puntos porcentuales, hasta el 88,3%.
Aún así la compañía expuso que es "uno de los mejores de la industria aseguradora española" y subrayó que su rentabilidad sobre fondos propios (ROE) se situó en el 30,4%, "gracias al rigor en la suscripción y la disciplina en gastos".
En autos lo situó en el 87%, 7,1 puntos porcentuales mejor que el 94,1% del conjunto del sector en 2021, conforme a los datos de ICEA, y en Hogar bajó más de 5 puntos y quedó en el 88,9%, que también supone 7,8 puntos mejor que la media del mercado (96,7%); mientras que en Hogar lo bajó en 17,5 puntos, pero se sitúa en el 148,1%.