El conjunto de las carteras de crédito empresarial de los principales bancos del país cedió casi un 1% en 2021, ante el exceso de liquidez que tomaron pymes y compañías de mayor tamaño a lo largo de 2020, en su mayoría a través de los créditos avalados por el ICO para resistir a la crisis sanitaria. Los seis grandes bancos del país cerraron el último ejercicio con un stock de crédito de 356.993 millones de euros en la actividad nacional, unos 3.000 millones de euros por debajo del cierre de 2020.
A pesar de que el conjunto de entidades refleja una cesión en la cartera crediticia de empresas, hay grupos como BBVA, el Banco Sabadell y Bankinter que han conseguido incrementar el saldo a lo largo del pasado año. No obstante, desde el sector financiero ven estancado el crecimiento fruto, de un lado, de la normalización de la demanda ante el acopio de liquidez hecho durante los peores momentos de la pandemia, y de otro, de la escasa inversión que están realizando las empresas a la espera de la llegada de los fondos europeos.
España tiene comprometidos hasta 2026 la llegada de 140.000 millones de euros, de la totalidad de los 740.000 millones que puso sobre la mesa Europa para la reconstrucción de la economía. Según los analistas de Alantra, la llegada de estos fondos incrementará hasta un 5% la cartera de crédito empresarial de la banca española entre 2022 y 2023. No obstante, aunque España ya ha recibido parte de estos fondos (los primeros 9.000 millones en agosto y otros 10.000 millones en diciembre), la banca insiste en que estas cuantías no están llegando a las empresas, lo que apunta a retrasar el impulso del crédito en este segmento. Según las previsiones realizadas por el Banco Sabadell, los fondos Next Generation incrementarán en 320.000 millones de euros la inversión privada, de los que 120.000 millones se darán a través de financiación bancarias (40.000 millones entre 2021-2023 y otros 80.000 millones entre 2024-2026). El Sabadell estima que podrá otorgar en torno a 12.000 millones de crédito potencial a empresas, lo que implicaría un crecimiento del 20% de su stock de crédito a empresas.
Retraso en la llegada
El responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Domenech, reconoció este jueves que los fondos europeos van "con retraso" y en 2021 se ha ejecutado un porcentaje muy pequeño, pero matizó que, pese a ello, lo que hay que procurar es la eficiencia en el gasto. La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, indicó hace dos semanas que la banca debe jugar un papel más importante porque puede actuar como intermediario para que lleguen a la economía real.

Otra muestra de que las compañías han frenado la petición de crédito se ve en el escaso uso que han hecho pymes y empresas de la línea de 40.000 millones puesta en julio de 2020 por el ICO para impulsar la inversión o financiar costes relacionados con el proceso productivo y de servicio, la ampliación, adaptación o renovación de los equipos o instalaciones. Según el último Informe de Seguimiento del Ministerio de Economía, a cierre de enero, de los 40.000 millones en avales puestos sobre la mesa, solo se han repartido 10.538 millones, es decir, el 26% del total.