Empresas y finanzas

S&P Global teme que la rentabilidad de la banca sea inferior al coste del capital dos años más

  • Estima que se situará entre el 6 y 7%, frente al 8-10% del coste de capital
  • Ve margen para fusiones entre bancos medianos en España

La agencia de calificación de solvencia S&P Global Ratings cree que la banca tiene tarea por delante para mejorar aún una rentabilidad que, en media sectorial, se moverá en una banda de entre el 6 y 7% "en los próximos dos años", por debajo del 8-10% al que se estima que le cuesta fondear capital.

Tendrá que "seguir trabajando en los costes y en mejorar la eficiencia. Seguiremos viendo reducción de oficinas y empleados", explicó el analista senior de S&P Global Ratings para servicios financieros, Luigi Motti, durante la presentación de perspectivas de la firma.

Su reflexión fue en términos generales del sistema financiero, aunque la extrapoló a la banca española. Y junto a la reducción de costes apuntó que las entidades deberán "seguir trabajando en otras líneas de ingresos", "como pueden seguir siendo las comisiones" con productos como los de ahorro.

Motti reconoció que, si bien han mejorado en los últimos años, "difícilmente van a compensar otras líneas de la cuenta de resultados", lo que "nos hace pensar que va a seguir siendo difícil, no solo en España sino en la banca europea, generar una rentabilidad por encima del coste de capital".

Su proyección del 6-7% aplica directamente a la banca española, donde admitió ver margen para mayores fusiones. En clave de banca europea o general expuso que hay un "incentivo económico claro hacia la consolidación" y "cabe la posibilidad de que sigan produciéndose operaciones de este tipo a lo largo de los próximos años".

Su expectativa es que ocurran a escala doméstica más que operaciones transfronterizas porque, más allá de que la unión bancaria aún no se ha completado, "la manera más clara de generar valor para los accionistas es a través de sinergias de costes" y eso cristaliza de forma más clara cuando las entidades "comparten mercado, back offices y también redes", siendo el riesgo de ejecución superior si compromete a entidades de distintas jurisdicciones.

Preguntado de forma directa sobre el espacio para integraciones en España precisó que, sin querer hacer pronósticos, la realidad es que una integración es "una manera de generar economías de escala, de generar sinergias, de mejorar la eficiencia y seguramente, sobre todo a nivel de bancos medianos en España y más en general, en Europa". "Pensamos que este incentivo puede traducirse en algún tipo de operación a lo largo de los próximos años", agregó.

En clave positiva destacó que la recuperación del PIB va a crear "un entorno operativo más favorable" para las entidades y valoró que el sector financiero superará la crisis con mayor solvencia, capital y rentabilidad que en la crisis anterior. Indicó que las ayudas públicas desplegadas para las empresas y las medidas adoptadas por los reguladores, obligando al sector también a reservar dividendos, han permitido que pase la crisis con un perfil financiero "estable" y sin un aumento significativo de activos improductivos.

Hasta ahora el movimiento en activos problemáticos y pérdidas en crédito ha sido "mínimo" y, aunque prevé que repunte cuando vayan venciendo las moratorias y créditos avalados, estimó que la morosidad alcanzará el "7-7,5% como pico" o máximo.

El reto será la rentabilidad "porque los escenarios de tipos de interés van a seguir penalizando el margen de interés", ya que se mantendrán en negativo en los próximos dos años, porque los volúmenes de negocio "siguen siendo contenidos" y deberán encarar fuertes inversiones para acelerar la digitalización.

Al ser cuestionado sobre entidades específicas valoró la salida a bolsa de Ibercaja, en la medida de que el simple hecho de cotizar le da una "flexibilidad financiera" superior porque, al tener una base accionarial más amplia, le favorece en la posibilidad de acudir al mercado en determinadas ocasiones.

Sobre BBVA y la apuesta con Garanti en Turquía, afirmó que el racional estratégico de la operación "está claro" porque Turquía "es un mercado con perspectivas de crecimiento elevadas en el medio y largo plazo", es "rentable" para las entidades financieras y ha demostrado ser "capaces de generar retornos significativos a lo largo del ciclo económico".

Admitió que se trata de una economía con "cierto tipo de desequilibrios estructurales" y con la presión añadida de la volátil lira turca que puede introducir volatilidad en el beneficio, pero subrayó que Garanti "es una de las entidades más fuertes y solventes de Turquía y que tiene un 'track record' demostrado de la capacidad de operar y de seguir teniendo éxito en un entorno difícil y a través del ciclo económico".

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