Empresas y finanzas

Santander, BBVA y CaixaBank confían en superar el 12% de rentabilidad a futuro

  • Impulsará la mejora de la reactivación, cambios en los tipos y menos provisiones
Foto: Archivo.

La recuperación económica y las expectativas de llevar al contador los ahorros de costes derivados de los ajustes de red y plantilla espolean una carrera en la banca por la codiciada rentabilidad que ha estado comprometida casi desde la crisis del 2008. A la cabeza se sitúan los tres grandes -BBVA, Santander y CaixaBank-, con la ambición de superar el 12% de rentabilidad sobre patrimonio tangible (RoTe) a medio plazo.

Pero la carrera es general e Ibercaja acaba de situar su listón en el 9%, aspirando así a superar a Unicaja (8%) y al Sabadell, que con un 6% fijado como meta en el horizonte ambiciona casi a duplicar su actual rentabilidad.

Tras el varapalo de la crisis sanitaria, que tumbó la rentabilidad del conjunto del sector financiero a negativo a mediados del año pasado (-3,3%) por la dotación de provisiones extraordinarias para afrontar las futuras pérdidas, la gran banca -sobre todo-, coge vuelo y, a cierre del tercer trimestre, situó sus RoTes en el entorno del 10%, a excepción de la entidad que encabeza César González-Bueno. Mientras el Sabadell ajusta costes, encara su digitalización e impulsa su filial británica TSB para lograr una rentabilidad del 6% a medio plazo, el resto de grandes bancos ya la sitúa para los periodos 2022, 2023 y 2024 por encima del 12%. Concretamente, el Santander mantiene un objetivo a medio plazo de entre el 13%-15%, visiblemente accesible para el grupo. La presidenta de la entidad, Ana Botín, aseguró en la última presentación de resultados del banco que estaban en buen camino para lograr la meta de rentabilidad. Además, cabe destacar que el grupo cántabro se fijó este objetivo en la primavera de 2019, sin aún descontar subida de tipos a medio plazo, tal y como adelantan ya algunos inversores y analistas del mercado ante la creciente y persistente inflación, aunque el consenso no ve alzas ni en 2022 ni en 2023.

El objetivo de BBVA, recién anunciado en noviembre, alcanza un RoTe del 14%, impulsado por la prevista mejora de la eficiencia gracias al mayor impulso tecnológico, y también por captación de clientes, su mayor participación en Garanti, que aportará el 25% del beneficio atribuido frente al 14% actual y la puesta del foco en los negocios más rentables como pagos, pymes, banca privada, gestión de activos y seguros. CaixaBank, que finaliza este año su plan estratégico y cuya presentación se prevé para esta primavera, aspira a cerrar el ejercicio con un RoTe del 10%, tras rebajar pretensiones con la fusión de Bankia, aunque su objetivo previo era establecerlo en el 12%.

Optimismo en Ibercaja

Ibercaja sorprendió la semana pasada al mercado anunciando una mejora en su objetivo de rentabilidad para cierre de 2023, hasta situarlo en el 9% frente al 7% estimado ocho meses atrás. Una de las claves es que confía bajar la losa de activos improductivos al 4% frente al 5% proyectado en abril. Sus mejores cuentas se basan en una previsión más optimista de la economía, del euribor, la poca mortalidad empresarial y la baja mora, así como mayores ahorros por un ERE no contemplado cuando presentó el plan. Unicaja aspira a un RoTe por encima del 8% en 2024, una vez digerido el coste de la fusión con Liberbank, y gracias al crecimiento tanto del crédito, como de los ingresos por comisiones que aportan productos como fondos de inversión o pagos.

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