Air Europa sigue a la baja. La compañía aérea de la familia Hidalgo no consigue recuperarse de la pandemia y, de acuerdo con los últimos datos de Eurostat, se coloca a la cola de Europa en las cifras de tráfico con respecto a 2019. De acuerdo con los registros de la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea, la aerolínea estaría volando un 49,2% por debajo de los datos de 2019 pese a que la conectividad con Estados Unidos y gran parte de Latinoamérica ya se ha reabierto. Todo ello, mientras los trámites de compra de la compañía aérea de los Hidalgo por parte de Iberia siguen en Bruselas y la compradora se muestra cada vez menos optimista.
De acuerdo con los datos de Eurocontrol, hay varias compañías que ya han superado sus cifras de vuelos de 2019. Es el caso de Volotea o Ryanair, que se dedican al corto y medio radio, los primeros en recuperarse tras el Covid. Por detrás de estas, hay varias compañías que se encuentra en cifras cercanas al 90% de su tráfico del último ejercicio antes de la pandemia, como pasa con Pegasus o WizzAir, y en el 80% como Iberia, TUI o KLM. Estas compañías han recuperado la casi totalidad de sus rutas de medio y corto radio y, en las últimas semanas, han pegado un acelerón en la apertura de conexiones con Latinoamérica y Estados Unidos tras la relajación de las restricciones, lo que les ha permitido mejorar sus cifras.
Pero Air Europa no ha hecho lo mismo. "No ha sabido aprovechar las oportunidades que se han ido planteando con la recuperación, semana a semana", señalan fuentes del sector aéreo, que apuntan, tal y como demuestran los datos de Eurocontrol, que los datos son los peores de toda Europa y la mayor parte de las grandes aerolíneas que vuelan al Viejo Contienente.
La compañía aérea del Grupo Globalia perdió, desde 2019, una parte relevante de su flota como consecuencia del golpe del Covid, rescindiendo contratos de leasing de forma anticipada y renegociando otros en los últimos meses. Así, de las 50 aeronaves que operaba hace dos años, en la actualidad mantendría 35, según adelantó Reportur.
Situación crítica
Estas cifras de recuperación evidencian, para el sector, la situación crítica en la que se encuentra la aerolínea de la familia Hidalgo a la espera de que la autoridad de Competencia de la Unión Europea se pronuncie sobre la compra por parte de Iberia, decisión que se prolongará hasta el próximo año.
A finales del pasado mes de octubre, Iberia presentó en Bruselas sus alegaciones al primer informe del regulador, tratando de rebajar el número de slots que le obligaba a ceder tras la operación y que resultan clave para que la compra tenga sentido estratégico.
A la espera de la respuesta de la Comisión Europea, Air Europa sigue debilitándose, consumiendo caja mientras espera por un posible segundo rescate tras haber agotado los fondos del primero que se le otorgó hace apenas un año, y acumulando deuda. Esta última cuestión es una de las más relevantes, pues según apuntan a elEconomista fuentes conocedoras de las cuentas de la compañía la cifra podría dispararse por encima de los mil millones, teniendo en cuenta los problemas para generar ingresos con "tan bajos niveles de tráfico".
En este sentido, el presidente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, reconoció durante un encuentro con periodistas tras la presentación de resultados de la compañía hace unos días la delicada situación financiera de Air Europa: "Hay elementos que muestran que la compañía podría necesitar recapitalización en los próximos meses".
¿Otro rescate, 'failing firm' en Bruselas o la quiebra?
La pelota de esta operación, más allá de la decisión de Bruselas, en el tejado del Gobierno, que a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) prestó a Air Europa 475 millones. Una de las opciones que se barajan, de acuerdo con fuentes consultadas por elEconomista, es la posibilidad de que la deuda pública de Air Europa se capitalice, permitiendo aligerar la situación del balance. Con las cifras actuales de la aerolínea, la posibilidad de hablar de quiebra es cada vez más real.
Una de las posibilidades que se abrirán a partir de ahora será la de una excepción de empresa en crisis, el llamado failing firm, es decir, una autorización excepcional para el rescate de compañía en riesgo de quiebra, como ya ocurriera con otras operaciones. En estos casos, Bruselas puede autorizar la operación si la adquirida está condenada a abandonar el mercado debido a problemas financieros, no hay alternativa menos perjudicial para la competencia y sus activos también están en riesgo.
