Dimas Gimeno ha ofrecido a las hermanas Marta y Cristina Álvarez la venta del 5% que controla de forma indirecta en El Corte Inglés junto a su madre con una rebaja del 50% respecto a la valoración que se hizo en 2015 para la entrada en el capital del inversor catarí Al Thani. Es decir, por unos 250 millones. Eso le permitiría afrontar sus deudas con Hacienda ante el riesgo de perderlo todo en junio si no paga 70 millones y poder desarrollar nuevos negocios.
El que fuera presidente de El Corte Inglés, que ha declinado hacer comentarios, controla, en concreto, un 13% de la sociedad Cartera de Valores Iasa y su madre, María Antonia Álvarez, un 9%. A través de esta participaciones ambos están de forma indirecta en el capital del gigante de los grandes almacenes, pero no tienen ninguna capacidad de maniobra ni decisión, ya que el voto corresponde a Iasa y son minoritarios en dicha firma.
El tío de Gimeno, César Álvarez, que no está dispuesto a vender, tiene un 9% adicional de la patrimonial y las hijas de Isidoro Álvarez, el expresidente del grupo fallecido en 2014, que tienen además sindicadas sus acciones, el 69% restante.
Problemas con Hacienda
El problema es que tanto Gimeno como su madre se arriesgan a perderlo todo. El expresidente del gigante del comercio debe afrontar antes del próximo verano el pago a la Comunidad de Madrid de un total de 70 millones de euros por el impuesto de Sucesiones tras haber heredado de su tío en 2016 -el testamento se leyó dos años después de su fallecimiento- las acciones de Iasa.
Gimeno logró un aplazamiento de esta deuda fiscal durante cinco años y el plazo de carencia vence justo a mitad de este ejercicio, en junio.
El expresidente debe, en concreto, 40 millones, a los que hay que sumar otros 30 millones más de su madre. Para poder afrontar la deuda, Gimeno solicitó financiación al Banco Santander, que tiene pignoradas las acciones de Iasa como garantía y que puede quedarse con los títulos en caso de impago. El resto del capital de la patrimonial, el 69%, está en manos de Marta Álvarez, la actual presidenta de El Corte Inglés, y de su hermana Cristina, que tienen ahora en su mano cualquier decisión sobre el futuro de su primo.

Ante esta situación, Dimas Gimeno está buscando financiación de forma urgente. En agosto de 2018 acordó una indemnización por su desvinculación ejecutiva de 8,5 millones y ahora ha vendido las acciones que tiene a título personal en la compañía por 2,5 millones más, pero todo eso es insuficiente para afrontar la deuda fiscal.
Su situación es tan delicada que se enfrenta ya a una demanda por impago después de que la letrada que le representó a él y a su madre en varias causas contra las herederas del gigante comercial haya reclamado judicialmente las minutas no abonadas al bufete de abogados. Según adelantó el pasado lunes El Confidencial, la cuantía a deber por los servicios que prestó el despacho VDT Abogados, que defendió sus intereses durante cerca de cinco años, ascendería a unos 1,5 millones de euros.
Las demandas, que fueron admitidas a trámite, se presentaron ante los juzgados que, en su día, se encargaron de estos procedimientos, entre los que destaca el iniciado a raíz del reparto del testamento del expresidente de El Corte Inglés Isidoro Álvarez, fallecido en 2014, y el caso por el acta de adopción de sus hijas, Marta y Cristina, ambos desestimados por los jueces.
El bufete intentó llegar a un acuerdo con Gimeno, ofreciéndole alternativas como una rebaja de hasta el 70% -cantidad exigida por honorarios no cobrados-, a fin de poder pagar al equipo, liderado por la abogada María Victoria Vega, por su trabajo. Sin embargo, su defensa alegó que no disponían del dinero suficiente para hacer frente.
