
Adif regresa al sector de las telecomunicaciones para diversificar sus fuentes de ingresos y hacer frente a su elevada deuda, que está previsto que supere los 18.300 millones de euros en 2021. El gestor ferroviario ha llegado finalmente a un acuerdo con Red Eléctrica para recuperar la gestión de la fibra óptica desplegada en los corredores de alta velocidad desde 2014 y la que se instale en el futuro para alquilársela directamente a las telecos que operan en nuestro país (Jazztel, Orange, Telefónica, Vodafone...) e impulsar sus ingresos, ahora diezmados por el descenso del tráfico ferroviario y la demanda de viajeros por el coronavirus, y salir de número rojos en 2023.
"Adif AV está diseñando una nueva estrategia para determinar la forma de explotar sus activos en el ámbito de las telecomunicaciones para lo que retomará las conversaciones con los operadores de telecomunicaciones, y demás actores en el mercado, con el fin de analizar sus necesidades y posibles acuerdos comerciales", asegura el gestor ferroviario en una nota de prensa.
"Adif está diseñando una nueva estrategia para determinar la forma de explotar sus activos de telecomunicaciones para lo que retomará las conversaciones con los operadores"
La compañía que preside Isabel Pardo de Vera no ha especificado la longitud que tendrá la red de fibra óptica que estará bajo su gestión, pero podrá superar los 5.000 kilómetros en el largo plazo si se tiene en cuenta que el plan de Infraestructuras prevé una red de alta velocidad de 8.740 kilómetros (KM) de los que hay en servicio más de 3.758 km, según la declaración de Red de Adif AV de 2021. Fuentes cercanas al operador hablan de unos 1.500 km a medio plazo.
El gestor estatal llegó a un acuerdo en 2014 con Red Eléctrica para cederle la explotación de la fibra óptica presente y futura durante 30 años por 400 millones de euros. En aquel momento se traspasaron 16.000 km, incluyendo subestaciones y otras instalaciones. Tras el cambio de Gobierno, el nuevo equipo directivo de Adif se puso manos a la obra para recuperar la red de fibra óptica, por ser una vía importante de ingresos, o para que REE abonara más por el derecho de explotación, algo que no consiguió.
Así, en la adenda que se ha firmado al contrato de 2014, Adif no sólo vuelve a tener derecho a explotar parte de su infraestructura, si no que tomará el control de todos lo kilómetros extendidos en los últimos seis años y los futuro que se pongan en marcha, como el AVE a Asturias o a Galicia, el Corredor a Extremadura, la Y Vasca o el tercer túnel entre Atocha y Chamartín, que se espera que esté muy cotizado por las telecos por su ubicación. En los últimos años, han entrado en servicio una serie de kilómetros que pasarán a manos de Adif como el tramo Antequera-Granada, Valencia-Castellón, Albacete-Alicante, Valladolid-Palencia-León, Barcelona-Figueres o Zamora-Pedralba. Adif, que busca licitar la red para dejarla en manos de un operador del mercado, no tiene previsto reclamar los 16.000 km que seguirán 24 años más en manos de REE.
La explotación de la fibra óptica se enmarca en el plan estratégico del grupo que, además de impulsar los ingresos vía diversificación, busca fijar población en las zonas rurales garantizando el acceso a internet. En esta línea, Adif ha puesto en marcha un plan para construir una extensa red de ferrolineras aprovechando las subestaciones para facilitar la propagación del coche eléctrico.
"Ambas compañías quieren tener un papel destacado en el diseño, implantación y explotación de infraestructuras soporte de una red de servicios de comunicaciones bajo tecnología 5G y contribuir así a la política de digitalización, tanto en entornos urbanos como en el ámbito territorial de la España vaciada", señala Adif en una nota conjunta con Red Eléctrica.