Empresas y finanzas

Endesa encarga a Recifemetal desmantelar la central de carbón de Compostilla

  • Rehabilitar el emplazamiento para darle otros usos costará más de 62 millones
  • Hace 15 días adjudicó el desguace de Andorra a una UTE participada por ACS
José Bogas, consejero delegado de Endesa. Foto: Archivo.

Endesa ha encargado a Recifemetal el desmantelamiento de la central térmica de carbón de Compostilla, situada en Cubillos del Sil (León). Las labores empezarán en noviembre, durarán cuatro años y crearán una media constante de 130 puestos de trabajo directos. Toda la rehabilitación del emplazamiento de la planta, para darle otros usos, costará más de 62 millones de euros.

La compañía dirigida por José Bogas avanza en sus planes de desmantelar su parque de generación térmico, tras cerrar las centrales por falta de rentabilidad. Hace dos semanas anunció que una UTE formada por Moncobra (ACS) y Rebilita se encargará del desguace de la planta de Andorra (Teruel) y hoy acaba de anunciar que Recifemetal, filial de la portuguesa Ambigruop, se encargará de hacer lo propio en Compostilla.

Los trabajadores procederán en su mayoría de antiguas empresas contratistas de la central térmica o de residentes en la comarca del Bierzo, con prioridad de los municipios de Cubillos del Sil, Ponferrada y Cabañas Raras, porque Endesa ha dado prioridad en el concurso de adjudicación de la obra, entre otros aspectos, a la oferta que ha incluido el mayor número de trabajadores locales. Ya están en marcha los cursos de capacitación.

El proyecto de desmantelamiento de la central está diseñado para compatibilizar la demolición con el desarrollo de futuros proyectos en periodo de evaluación, donde destaca la instalación de 600 MW a 700 MW de nuevas instalaciones renovables en los que prevé invertir unos 600 millones.

Central térmica de carbón de Compostilla (León). Foto: Archivo.

Además, la compañía eléctrica ha organizado un concurso para el aprovechamiento del emplazamiento industrial, de acuerdo con los denominados planes Futur-e también acometidos por Enel, matriz de la compañía, en Italia.

Cuando el pasado 30 de junio la central térmica dejó oficialmente de estar operativa, disponía de tres grupos con 1.051,7 MW, que habían entrado en funcionamiento entre 1972 y 1985. Otros dos grupos más antiguos ya se encontraban en proceso de desmontaje, después de permanecer en servicio desde comienzos de los años 60.

Las instalaciones ocupan unas 375 hectáreas, con tres áreas diferentes: una alberga los grupos de generación eléctrica, otra los parques de transformación e instalaciones auxiliares, y la tercera el parque de carbones y el vertedero de residuos no peligrosos.

Una demolición de más de 250.000 toneladas

Para realizar la gestión integral de desmantelamiento se aplicará un sistema de demolición selectiva para segregar y caracterizar cada una de las 266.870 toneladas del volumen de demolición. Este método, junto con la aplicación de la economía circular en la gestión de residuos, permitirá su aprovechamiento máximo, bien para darles un segundo uso, bien como materia prima, y minimizar la fracción destinada a vertedero.

Para reutilizar los residuos de hormigón se contará con un equipo de machaqueo con capacidad para tratar 300 toneladas por hora, compuesto por una machacadora de mandíbulas, un separador magnético para la segregación de las armaduras desprendidas y un cribado para la clasificación de los hormigones triturados.

De esta manera se obtendrá una valorización del acero de armaduras y un árido reciclado que se empleará en el relleno de los huecos generados en las obras, así como en la remodelación morfológica del terreno tras las demoliciones.

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