
"Damos la bienvenida a los operadores que ahora lanzan el 5G. Lo hacen con retraso, pero más vale tarde que nunca". Antonio Coimbra, hasta el próximo noviembre presidente y CEO de Vodafone España, saludó con estas palabras a sus nuevos competidores en 5G: Telefónica, Orange y Grupo MásMóvil.
Las redes de 5G vienen funcionando en España desde mediados de junio de 2019, de la mano del operador rojo, lo que confiere a Vodafone la mayor experiencia en la tecnología llamada a modernizar la conectividad en movilidad de todo el mundo. En su caso, realizó un despliegue inicial en seis ciudades españolas: Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla, Málaga y Valencia. Mientras el resto de los operadores renunciaban a competir en 5G por motivos comerciales, la filial española del grupo británico fue extendiendo su cobertura de 5G en otras grandes capitales del país. Así lo hizo en Vigo y A Coruña, y a continuación dio el salto a San Sebastián, Zaragoza, Vitoria, Logroño, Santander, Pamplona y Gijón. Posteriormente se añadieron Badajoz, Murcia, Alicante, Palma de Mallorca, Benidorm y Valladolid. En esas 21 ciudades, la red de 5G de Vodafone ya alcanza a la mitad de la población de dichas zonas gracias a sus 600 estaciones base. Este operador también ha asegurado a elEconomista que atesora más espectro continuo que el resto para ofrecer los nuevos servicios 5G, por lo que puede brindar una mayor velocidad en el tránsito de los datos que sus rivales.
La brecha abierta por Vodafone ha marcado el camino al resto. Así, en todos los casos, todas las estrategias están cortadas por el mismo patrón, ya sea por razones técnicas o comerciales. Por ejemplo, las frecuencias utilizadas por los operadores son las de 3,5 GHz y están basadas en el estándar Non Standalone (NSA), una tecnología permite gran capacidad, baja latencia y velocidad de descarga de 1 Gbps.
Igualmente, todos las principales telecos españolas han coincidido en mantener sus tarifas de 4G a los usuarios que conecten sus dispositivos al 5G. También limitan las prestaciones de la nueva conectividad a los usuarios de contrato y han excluido de las mismas a sus segundas y terceras marcas, como O2, Lowi, Amena o Pepephone.
Casi año y medio después del movimiento de la entrada en acción del primer 5G español, Movistar anunció hace un mes el encendido de sus redes de quinta generación de telefonía en siete ciudades. En su caso se activaron 200 nodos repartidos entre Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Zaragoza y Murcia. La marca de Telefónica dispone de 90 MHz de 3,5 GHz, suficiente para exhibir las fortalezas de la tecnología en velocidad, capacidad y latencia, entre otras ventajas. En su anuncio, la compañía que preside Emilio Gayo adelantó su compromiso de alcanzar el 75% del territorio nacional a finales de este año, para lo que le bastará con actualizar cerca de 500 estaciones base de 3G y 4G para acomodarse a la nueva tecnología.
Efecto arrastre
Como era de esperar, la decisión del operador líder generó el inmediato efecto arrastre, por lo que el resto de los operadores siguieron su estela. Así, Orange se sumó a la fiesta con sus 100 MHz de la banda de 3,5 GHz, con un despliegue escalonado de 300 estaciones base que comienza en las zonas céntricas de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga, para alcanzar el 30% de la cobertura en dichas ciudades a través de los barrios más significados. Según la compañía, los afortunados en Madrid son los vecinos del interior de la M-30, los que se suman los residentes en distritos como Hortaleza, Ciudad Lineal, San Blas, Puente de Vallecas, Aluche y Campamento, además de en Pozuelo de Alarcón. En Barcelona, el 5G ya alcanza al sur de la Diagonal, aunque irá extendiéndose a algunos distritos como Gràcia, Clot, Sant Martí y la zona de la Meridiana. También se dispondrá de cobertura 5G en parte de la Zona Franca (Mercabarna). En Valencia, la cobertura 5G se hace notar en buena parte del municipio, desde Beniferri, Benimaclet y Benicalap al norte hasta la línea que marca la V30 hacia el sur. El 5G sevillano se concentra en la zona central de la ciudad, es decir, en el interior de la antigua muralla, proporcionando cobertura en zonas de ambos márgenes del Guadalquivir, tanto en Triana y Los Remedios como en el Casco Antiguo) así como en la Isla de la Cartuja. En Málaga, la cobertura se extiende desde la playa de la Malagueta hasta la carretera de Cádiz siguiendo la línea de la costa, cubriendo el centro histórico de la ciudad hasta Martiricos, así como el eje de la Avenida de Andalucía y el campus de Teatinos.
El Grupo MásMóvil reaccionó en las siguientes horas en la misma dirección con sus 80 MHz de 35 GHz, aunque en su caso dispuestos en bloques discontinuos, lo que supone cierto hándicap respecto a sus competidores en ciertas prestaciones técnicas. El operador amarillo ha elegido Yoigo como marca de mayor valor para estrenar su 5G en 15 ciudades españolas: Alicante, Alcobendas, Almería, Ávila, Barcelona, Hospitalet de Llobregat, Huesca, Jaén, Madrid, Málaga, Melilla, Orense, Salamanca, Sevilla y Valencia. A todas las anteriores se añadirán nuevas poblaciones en los próximos meses, no solo con la red propia de MásMóvil, sino también con la de Orange, compañía con la que mantiene un acuerdo de colaboración en infraestructuras.
El optimismo respecto al 5G parece generalizado entre los españoles, según se desprende de un reciente informe de Ericcson. Según este informe, el 75% de los usuarios mantiene una opinión favorable de la nueva tecnología; el 50% de los españoles espera un despliegue más rápido y el 30% estaría dispuesto a migrar del 4G al 5G.
Respiro para los proveedores
Los proveedores de infraestructuras de 5G respiran de alivio ante el bloqueo que sufrían desde hace más de un año. Mientras que los principales países europeos ya han habilitado sus conexiones de Quinta Generación, la mayor parte de las telecos españolas (salvo Vodafone) mantenían el freno de mano echado. Entre las empresas más beneficiadas por el encendido de 5G sobresale Ericsson, socio de redes móviles de Telefónica, Orange y Vodafone. Huawei es el aliado de Vodafone España para los accesos radio de 5G. Todos los suministradores de redes tienen carga de trabajo asegurada en los próximos años dadas las previsiones en las exigencias de despliegue.