Empresas y finanzas

El Gobierno retira la oficialidad y el apoyo a la Cámara de España en China ante la guerra abierta en la institución

  • El Ejecutivo dio un ultimatum a los socios el día 7 de septiembre
  • Empresarios chinos están intentando tomar el control
Reyes Maroto, ministra de Industria

El Gobierno ha retirado la oficialidad y el apoyo institucional a la Cámara de Comercio de España en China. La guerra abierta por el control de la misma entre las tres juntas locales -Shanghai, Pekín y Cantón- y el intento de varios empresarios chinos de hacerse con el mando provocó hace unos días la intervención urgente del Ejecutivo, que dio un ultimátum a los socios para sellar la paz bajo la amenaza de retirar la oficialidad.

En un correo remitido a la junta de la Cámara el pasado día 7, Carmen Laín, subdirectora general de Estrategia e Internacionalización del Ministerio de Industria y Comercio, mostraba ya su "gran preocupación debido a los acontecimientos que se vienen produciendo en relación con la Cámara Oficial de Comercio española en China, que ponen de manifiesto la incapacidad mostrada hasta ahora por parte de sus órganos de gobierno".

Laín criticaba, en particular, a la Junta Nacional, para la falta de decisiones que impiden, en su opinión, "resolver los problemas que sufre la Cámara" y amenazaba con retirar todo el apoyo.

Plante

La última asamblea de la Cámara, celebrada el 28 de agosto, concluyó con un plante de miembros de la junta local de Pekín ante la existencia de dos censos diferentes y la intentona por parte del presidente de la junta local de Shanghai, Yongtao Gu, de arrogarse la presidencia de la junta nacional y hacerse con el mando.

Yongtao es directivo de la empresa china Hengrui Corporation Group, con negocios en España, y tanto los estatutos de la Cámara como la normativa china (artículo 5 del Reglamento sobre la Administración de las Cámaras de Comercio Extranjeras) sobre este tipo de asociaciones prohíben que el titular de una empresa local tenga derecho al voto y participe en la cúpula de una organización extranjera en cuyo territorio tenga intereses la compañía. Esta anomalía se elevó ya a las autoridades chinas, que buscan esclarecer los hechos.

La subdirectora de Internacionalización advirtió en su correo a la Cámara del papel de la Embajada. "En este contexto de grave preocupación, cabe recordar que el papel de los consejeros, como Asesores Técnicos Natos el de asesorar (...) para el logro de sus objetivos. En ningún caso deben los Consejeros asumir responsabilidades ejecutivas ni tomar partido por ninguna posición o mediar entre las mismas".

Esta nueva crisis se abrió después de destaparse también el uso ilegal de sellos falsificados para rubricar documentos por parte de la demarcación de Shanghai, arrogándose así la entidad una capacidad de firmar contratos y tomar decisiones para la que sólo es competente la junta nacional de Pekín.

China es un mercado clave para las empresas españolas. En el primer semestre de 2020, ya con la crisis sanitaria causada por el coronavirus, las exportaciones al país asiático se elevaron a más 3.500 millones de euros, gracias fundamentalmente a la venta de porcino. En el Gobierno hay una gran preocupación ante la deriva que ha tomado ahora la Cámara por el enfrentamiento entre las empresas.

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