Empresas y finanzas

Madrid y Cataluña tienen un 15% de los 'rastreadores' que se necesitan

  • Colau ofrece personal municipal a la Generalitat
  • Las ratios de países europeos muestran el débil 'ejército' que hay
  • Deben mejorar las áreas metropolitanas por su complejidad
Foto: Reuters

España vivirá con numerosos brotes durante los próximos meses. Es algo que se da por inevitable, aunque con más medios se podría disminuir la peligrosidad de los mismos. El análisis primario es que faltan rastreadores en España, en algunas comunidades autónomas.

Cataluña tiene una población de 7,5 millones de personas y la Generalitat ha puesto un máximo de 200 personas para rastrear al virus. Madrid cuenta con tan solo 144 profesionales para esta labor con una población de 6,6 millones de habitantes, si bien se está utilizando la red de atención primaria, lo que conlleva otros problemas de salud. Castilla-La Mancha tiene 427 para 2 millones de habitantes, Castilla y León anunció la contratación de 195 personas para una población de 2,4 millones y Aragón tiene 105 rastreadores (según ha informado el alcalde de Zaragoza, ahora en Fase II 'aliviada') para 1,3 millones. Andalucía rompe registros: dicen tener a 8.000 profesionales para 8,4 millones de personas.

Basta con mirar a otros países del entorno europeo para calcular una ratio adecuada. Alemania decidió que necesitaría 20 profesionales por cada 100.000 habitantes. Con este porcentaje, para Cataluña harían falta 1.513 personas, y para Madrid 1.320, es decir, tendrían ahora algo menos del 15%. Reino Unido, por su parte, anunció la contratación de 18.000 rastreadores para sus 67 millones de habitantes, lo que deja una ratio de 26,8 por cada 100.000 habitantes. También hay datos de Bélgica, que anunció la contratación de 2.000 personas para 11,5 millones de habitantes que tiene el país, lo que sitúa la ratio en 17,4. "Hay un sistema muy débil de rastreadores, algo a lo que también hay que sumar la falta de control y vigilancia sobre las agrupaciones sociales", afirma el ex portavoz de Sanidad del PSOE, Jesús María Fernández.

Estas cifras, aunque superiores a las de varias comunidades autónomas, es nimia comparada con la que aconseja la Universidad Johns Hopkins. El estudio que realizó este centro situaba una ratio segura de rastreadores en 81 por cada 100.000 habitantes. La falta de personal también ha sido apuntada por María José Abadías, subdirectora asistencial del Hospital Vall d'Hebron, en declaraciones a RTVE. "Habría que multiplicar por dos o por tres el número de rastreadores", dijo.

Otros profesionales coinciden con este análisis. Ildefonso Hernández, vocal de la Sociedad Española de Salud Pública, alerta sobre el déficit de profesionales en zonas metropolitanas. "Ahí es donde se puede ver por los acontecimientos que los sistemas epidemiólogicos están más débiles y haría falta reforzarlos", afirma. El jefe de epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, Josep Vila, también piensa que faltan rastreadores. "Está claro que con más personal rastreando contactos se estaría más preparado", dice. Para este experto, un sistema de vigilancia más reforzado evitaría que los brotes se complicasen, aunque recuerda que no los evitaría. Sin embargo, su colega en el Complejo Hospitalario de La Coruña cree que es imposible poner coto al virus. "Los recursos humanos y la tecnología siempre son bienvenidos, pero no nos engañemos. La nueva normalidad es para que no se muera la economía, no para volver a hacer las cosas que hacíamos antes", dice María Tomás.

Hay otra variable que profesionales de salud pública como José Martínez Olmos (encargado de lidiar con la pandemia de la Gripe A) señalan: las características del infectado. Explica Olmos que los brotes de Lérida o los de Aragón tuvieron su origen en temporeros. Estas personas tienen el hándicap del idioma, circunstancia que para Olmos ha sido crucial a la hora de localizar los contactos estrechos.

El Ministerio de Sanidad dio un tirón de orejas el lunes con su Plan de Actuación Temprana. "Hay que garantizar una capacidad suficiente de recursos humanos en los servicios de Salud Pública dedicados a la respuesta de COVID-19 que asegure la aplicación de los protocolos de detección de casos e identificación y seguimiento de contactos", dice el documento. En cambio, en el nivel de pruebas PCR realizadas las comunidades cumplen: se realizan 81.73 test por cada 1.000 habitantes con datos actualizados a nueve de julio.

Colau ofrece ayuda

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha ofrecido ayuda a la Generalitat. "Si la Generalitat tiene problemas nosotros ofrecemos personal", ha aseverado en una entrevista en TV3 recogida por Europa Press, en la que ha dicho que se tiene que reforzar ya mismo, y en este sentido ha puesto por ejemplo que el personal municipal que se dedica a la teleasistencia podría llevar a cabo este trabajo. Ha pedido que no se demore más, ha recordado que la Generalitat es quien lidera el dispositivo y por ello ha insistido en que si el Govern tiene problemas, lo oficialice: "Los ayuntamientos estamos asumiendo más de lo que toca estos últimos meses. Pero lo hacemos". Colau ha afirmado que la situación es preocupante y que tal vez se tiene que dar un paso atrás para luego poder avanzar, pero ha agregado que de momento no se plantea un confinamiento total. 

Desde otras áreas sanitarias, como la de los profesionales fisioterapeutas, también se ha brindado colaboración a la administración catalana, para que su personal pueda formar parte de los equipos de rastreo de contactos positivos de Covid-19. El Colegio de Fisioterapeutas de Cataluña destaca que por su formación sanitaria y su distribución territorial, los 12.000 fisioterapeutas catalanes "pueden ser una fuerza muy importante en la lucha contra la pandemia".

Seguimiento 'administrativo'

La portavoz del Govern, Meritxell Budó, anunció este martes que el departamento de Salud está trabajando para "dimensionar" el número de efectivos para realizar el rastreo de contactos de coronavirus, que viene realizando una filial de Ferrovial. Una tarea que la compañía viene realizando desde el pasado 1 de junio como un servicio complementario para el Servicio de Emergencias Médicas (SEM), con un contrato público tramitado por emergencia de acuerdo con el decreto ley de medidas urgentes por el Covid-19. Un contratación -no exenta de polémica política y sanitaria- que adapta los recursos humanos a las necesidades sanitarias. Si al inicio eran 230 las personas que se ocupaban del seguimiento administrativo de los contactos de las personas positivas por coronavirus, en la actualidad son 140, según fuentes cercanas al servicio, con un coste para la Administración de poco más de 4 millones.

El contrato está preparado para tener 900 personas con un coste de 14 millones más IVA. Insisten en que la tarea telefónica que realizan mayoritariamente estudiantes de medicina e enfermería es un seguimiento de los contactos que les facilitan los servicios de epidemiología y de la atención primaria del sistema público de salud. Se localiza a cada persona, se le explica que debe confinarse quince días y hacer un seguimiento de su salud en la app StopCovid19Cat y dar a conocer al 061 -atención sanitaria no presencial- si tienen síntomas. Se contacta dos veces más en quince días. Las mismas fuentes constatan que las listas de contactos no siempre son suficientemente específicas y descartan que el idioma sea un handicap.

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