
Red Eléctrica de España (REE) confirma su hoja de ruta hasta 2022, a pesar de la pandemia, según ha revelado el consejero delegado, Roberto García Merino, ante la Junta de Accionistas, celebrada telemáticamente esta mañana: la compañía prevé aumentar sus beneficios un 1% anual y repartir al menos un euro por acción cada uno de los años. La Junta ha ratificado el nombramiento de García Merino y el de su presidenta, Beatriz Corredor, así como el reparto de un dividendo de 1,05 euros por título con cargo a 2019.
En su primera intervención ante los accionistas, García Merino ha calificado de "no significativo" el impacto del Covid-19 en las cuentas de la compañía y ha anunciado el mantenimiento de los compromisos adquiridos en su Plan Estratégico hasta 2022. Durante la presentación de resultados del primer trimestre, a finales de abril, en el que ganó 172,6 millones, un 9,7% menos, la empresa ya anunció que no esperaba el efecto de la pandemia sobre el resultado previsto para 2020 fuera relevante.
Sin embargo, la compañía de electricidad y telecomunicaciones no se había pronunciado sobre sus expectativas para los próximos años, algo que ha hecho García Merino esta mañana, siguiendo la misma línea: "Nos encontramos en una situación extraordinaria y el efecto de la pandemia es aún incierto, pero la naturaleza de las actividades que desarrolla el Grupo REE hace presuponer que el impacto que podría llegar a tener en el Grupo no debería ser muy significativo, permitiéndonos mantener los objetivos del plan estratégico 2018-2022".
El Plan de la compañía contempla un aumento de los beneficios del 1% anual y el reparto mínimo de un euro por título cada uno de los ejercicios venideros, que Merino ha confirmado: "mantenemos el compromiso de repartir un dividendo de al menos un euro por acción en el período 2020-2022". Luego ha recordado que la retribución al accionista será de 1,01 euros por título de media, con un crecimiento superior al 3% en tasa anual compuesta en el período, y ha señalado que "nos hemos marcado un margen de ebitda promedio sea superior al 76%".
El ejecutivo también ha apuntado que alcanzará estos objetivos gracias a "una política de eficiencia que compense en parte la revisión de la tasa de retribución financiera y la captura de eficiencias en las actividades de mantenimiento, mediante una optimización y automatización de procesos y una reducción de gastos operativos externos de manera progresiva".
Foco en mantener la solvencia financiera
García Merino ha remachado el interés de la empresa por mantener la solvencia financiera, conteniendo la deuda, que se sitúa en 6.376 millones: "consolidaremos nuestra disciplina financiera, manteniendo un ratio de deuda neta/ebitda promedio en el entorno de 4x en el período".
E igualmente ha anunciado que se enfocará "en el mantenimiento de un nivel de calificación crediticia acorde a nuestra actividad". La compañía cuenta con ratings elevados de Standard & Poor's y Fitch: A-2 y F2 a corto plazo y A- y A- a largo plazo, respectivamente. La liquidez de la empresa alcanza los 3.000 millones a mediados de abril.
Volcada en la sostenibilidad
Tanto Merino como la nueva presidenta, Beatriz Corredor, han dedicado buena parte de sus intervenciones a destacar el carácter verde de REE y su compromiso con el proceso de transición energética, al que está destinando 3.221 millones, el 53% de las inversiones previstas entre 2018 y 2022.
En este sentido, Corredor llamó la atención sobre el hecho de que REE cumpla 35 años -fue la primera compañía del mundo dedicada en exclusiva al transporte y gestión de un sistema eléctrico- y aseveró que "nos encontramos en un momento de transformación global en el que las empresas debemos estar atentas a los desafíos que se presenten, y el propósito de REE es estar en el centro de esa transformación".
La Junta, en la que han participado el 616% de los accionistas, ha aprobado su nombramiento como presidenta con un 98,4% y el de Merino como consejero delegado con un 98,9%.