
Atlantica Yield, que oficialmente ya ha pasado a denominarse Atlantica Sustainable Infrastructure, ha acometido una profunda renovación de su consejo de administración con el relevo de los cinco consejeros de independientes, entre los que se incluye el presidente no ejecutivo de la compañía, cargo desempeñado hasta ahora por Daniel Villalba.
La renovación del consejo de administración de Atlantica, aprobada en la junta general de accionistas celebrada ayer, busca adaptar la compañía a las mejores prácticas de gobierno corporativo, al tiempo que supone la ruptura definitiva con la etapa en la que Abengoa era su accionista de referencia. La ingeniería sevillana vendió en dos operaciones –en 2017 y 2018- su participación a la canadiense Algonquin. El consejero delegado, Santiago Seage, permanece al frente de los mandos ejecutivos de la empresa.
Atlantica ha designado como presidente no ejecutivo de manera provisional a Michael Woollcombe
En sustitución de Villalba, Atlantica ha designado como presidente no ejecutivo de manera provisional a Michael Woollcombe, quien desde 2019 ejerce como asesor de Algonquin.
Junto a Villalba, han salido del consejo de Atlantica Andrea Brentan, exconsejero delegado de Endesa, Robert Dove, Francisco Martínez y Jack Robinson. Todos ellos abandonan la compañía tras cumplir el ciclo de tres años. Les sustituyen William Aziz, Debora Del Favero, Brenda Eprile y Michael Forsayeth. Todos ellos acumulan una larga trayectoria en los ámbitos financiero y energético.
Junto a los cinco nuevos consejeros, se mantienen en el consejo Seage y los dos dominicales de Algonquin, su presidente, Arun Banskota, y el vicepresidente Chris Jarratt. El órgano de gobierno de Atlantica, que cotiza en el Nasdaq estadounidense, se conforma por ocho miembros, de los cuales con los cambios implementados ahora dos son mujeres (el 25%).
Invertir en renovables
La estrategia de Atlantica discurre por invertir en infraestructura sostenible, incluyendo energía renovable y otros activos eléctricos y de agua, fundamentalmente en América y Europa. Para ello, contempla adquisiciones por alrededor de 200 millones de euros al año.