
KKR, el gigante de la inversión estadounidense, ha avisado a sus accionistas de una importante caída en sus ingresos este año por el impacto de la crisis del coronavirus (Covid-19) en sus negocios y la consecuente caída de la valoración de su cartera de participadas. En un documento remitido al regulador bursátil estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés), alerta de que "es imposible predecir con certeza la magnitud total" del impacto de la pandemia, pero han "llegado a la conclusión de que muchas de nuestras inversiones reducirán su valor" respecto al que tenían a cierre de 2019.
En términos de captación de recursos (fundraising), KKR avisa que se puede retrasar el lanzamiento de nuevos vehículos de inversión por la dificultad que supone la comercialización de los fondos en un entorno de limitación de los desplazamientos en todo el mundo. Además, algunos de los inversores (LP, por sus siglas en inglés) cuentan con políticas que reestringen su exposición a la inversión en activos alternativos tras la caída de los mercados bursátiles.
Esta situación de los mercados financieros, no obstante, podría suponer nuevas oportunidades de inversión para KKR, pero advierte de que "es posible que no podamos completar estas inversiones". A nivel desinversiones, el gigante de la inversión estadounidense alerta de que estas transacciones también pueden verse muy afectadas ante la imposibilidad de ofrecer buenos retornos a sus inversores por las menores valoraciones, la falta de compradores con recursos para poder realizarlas y la capacidad limitada o nula de colocar una compañía en bolsa.
Problemas en las participadas
Sin embargo, estos no son los únicos problemas que enfrenta KKR en la actualidad, que se muestra muy negativo en el comunicado remitido a la SEC. En este sentido, el fondo de capital privado sufre una grave a crisis con sus participadas, ya que muchas de ellas están expuestas a las industrias más perjudicadas por la pandemia del coronavirus: desde la restauración al entretenimiento pasando por las residencias de ancianos. Así, KKR advierte de que "si las perturbaciones causadas por Covid-19 continúan y no se levantan las restricciones establecidas, los negocios de estas empresas podrían sufrir materialmente o volverse insolventes, lo que disminuiría el valor de las inversiones de nuestros fondos".
En España, por ejemplo, KKR participa en Telxius (la filial de torres de telecomunicaciones de Telefónica), Telepizza (el pasado año realizó una OPA de exclusión junto a otros fondos), en PortAventura (en la que participa junto a Investindustrial), Cementos Balboa (en la que realizó un canje de deuda por equity y controla el 100% de la firma) o del fabricante de cocinas Alvic (en la que participa junto a Artá, el fondo de la familia March). Hasta hace apenas unos días anunció su salida de Acciona Energía Internacional, como adelantó este diario. En la actualidad, la oficina de España es dirigida por Iñaki Cobo y Jorge Lluch.
"Nuestras participadas se enfrentan o podrían enfrentarse en el futuro a una crisis de liquidez por la volatilidad de los mercados financieros, la reducción de los costes de ingresos y el mayor coste en la financiación, lo que puede dar lugar a un posible deterioro de nuestras inversiones de capital o las de nuestros fondos y dificultar que las participadas puedan cumplir con sus obligaciones financieras", explicaba el gigante de la inversión estadounidense.