
La banca cotizada española afronta devoluciones por hasta 1.600 millones de euros en el caso de que el Tribunal Supremo falle en contra del sistema de las tarjetas revolving. Estas visas son polémicas por dos razones. La primera es que los tipos de interés de su crédito son más altos que los de un préstamo al consumo común. Según el Banco de España, el tipo de interés medio alcanza el 19,8% frente al 7% de un crédito al consumo. La según razón es la complejidad de su funcionamiento puesto que si el cliente se fija cuotas mensuales bajas para cubrir el préstamo, éste puede no llegar a saldarse y generar por tanto más intereses y comisiones. Además, el saldo pagado puede volverse a usar como crédito (de ahí que se llamen revolving).
El Supremo comenzó este miércoles a deliberar sobre si existe usura y transparencia en la comercialización de estas tarjetas. El fallo creará jurisprudencia para el resto de tribunales españoles. Así, si la sentencia es contraria a la banca, las entidades asumirán un golpe de 1.600 millones de euros entre 2020 y 2024, según Barclays, basándose en que reclamen el 50% de los clientes que tienen estas visas.
La entidad que tienen más crédito concedido con estas tarjeta es CaixaBank, con un saldo de 1.000 millones de euros. Bajo esta premisa y, partiendo de que comercialice los préstamos con un interés medio del 19,8%, el banco tendría que asumir en devoluciones en los próximos cuatro años 514 millones de euros, lo que le supondría un impacto negativo en su capital del 0,34%. No obstante, Bankinter sería el que sufriera un mayor mordisco en su solvencia, de hasta el 0,72% por las revolving. La entidad que lidera María Dolores Dancausa tiene 480 millones en crédito a través de estas tarjetas y, según la casa de análisis, tendría que afrontar devoluciones por 247 millones de euros en los próximos cuatro años.
En el extremo contrario se situaría el Santander, cuyo coste en devoluciones solo le supondría una bajada en el ratio de capital CET1 del 0,05%. El banco cántabro tiene créditos por 625 millones a través de las revolving, y por tanto, las devoluciones ascenderían a 321 millones de euros. Por su parte, BBVA, con una exposición de 500 millones, afrontaría un golpe de 257 millones y una bajada de la solvencia del 0,07%. Bankia, con préstamos a través de estas visas por valor de 200 millones, debería devolver en los próximos cuatro años 103 millones, provocándole un agujero en el capital del 0,14%. Finalmente, el Sabadell tiene una exposición de 300 millones a estos préstamos, ascendiendo las posibles devoluciones a 154 millones y el impacto negativo en el capital al 0,19%.
Aunque el tipo medio de los intereses que cobran estas visas es del 19,8%, en ocasiones ha llegado a escalar casi al 40%
En resumen, según la casa de apuestas, un fallo negativo por parte del Supremo supondría una caída de los ingresos en los próximos cuatro años del 2,4%. Además, Barclays calcula este retroceso de los ingresos en base a que las entidades situarán el tipo medio de los préstamos a través de las revolving en el 13% frente a los actuales.
Cabe destacar que, aunque el tipo medio de los intereses que cobran estas visas es del 19,8%, en ocasiones ha llegado a escalar casi al 40%. De hecho, el caso que juzga el Supremo es de una tarjeta de Wizink cuyos intereses son del 27%. No obstante, en España no existe un límite para los intereses que cobra la banca en estas tarjetas, por lo tanto solo corresponde a los tribunales determinar si existe o no usura en los contratos.
Dos millones de clientes
En la actualidad, hay más de dos millones de clientes que tienen este tipo de tarjetas de créditos. El Banco de España lleva reclamando a la banca en los últimos dos años que preste más información y dé más transparencia a los clientes en la contratación de estas tarjetas puesto que, por lo complicado de su funcionamiento, puede acarrear un nuevo frente judicial.
No obstante, el Supremo aún se tiene que pronunciar. Desde Reclamapormi apuntan a que un fallo a favor de las entidades dejaría a los clientes en una situación de incertidumbre porque en la actualidad, ya el 90% de los tribunales está dando la razón al usuario. Asimismo, desde la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin), recuerda que la defensa del consumidor en los pleitos por tarjetas revolving no sólo se debe fundamentar en su carácter usurario, "sino en su falta de transparencia".
Por otro lado, la banca afronta el 3 de marzo la sentencia más importante. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se pronuncia ese día sobre la legalidad del Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios (IRPH). Un fallo en contra puede asestarle un golpe de hasta 44.000 millones de euros.