"He oído que Texas está a punto de empezar a construir una línea de alta velocidad. He utilizado el AVE de Renfe en España y puedo deciros que es genial. ¡Seguro, rápido, puntual y cómodo para los chicos grandes!". El tuit que Luka Doncic, jugador de baloncesto del Dallas Mavericks y ex del Real Madid, escribió en abril de 2019 ha resultado ser toda una predicción ya que, unos meses después, el presidente de Renfe, Isaías Táboas, estaba viajando al segundo Estado más extenso del EEUU para firmar un preacuerdo con el promotor del corredor, Texas Central, que le abre la puerta a operar el AVE Houston-Dallas entre 2026 y 2042 y a ganar hasta 987 millones de dólares (909 millones de euros) casi sin riesgo.
Y es que, el preacuerdo alcanzado fija las ganancias mínimas y máximas que obtendrá el operador ferroviario durante las tres fases del proyecto que van desde el diseño hasta la explotación y el mantenimiento. Así, de los casi 6.000 millones de dólares (5.560 millones de euros) que Renfe espera ingresar por su participación en el AVE Houston-Dallas, el 16,6% irá directamente a engrosar sus beneficios del grupo y el resto a pagar los costes de operación.
Por ejemplo, la fase explotación y mantenimiento, que abarca desde 2026 hasta 2042, contempla unos ingresos para Renfe de 5.611 millones de dólares, de los cuales "puede obtener un beneficio de más de 900 millones de dólares" si cumple ciertos requisitos pero sin tener que preocuparse por la evolución de la demanda y la ocupación de los trenes, un punto que le está generando un gran quebradero de cabeza Arabia Saudí. Renfe realizó la oferta para hacerse con la explotación del AVE a La Meca sobre una estimación de demanda de 60 millones de pasajeros al año que resulta que está muy lejos de la realidad por lo que el consorcio encargó un estudio de demanda para bajar la previsión de viajeros. "Renfe se encargará de operar y mantener todo el sistema. Renfe no tiene ningún riesgo de demanda; que corre a cargo del cliente", asegura la firma que preside Táboas .

El beneficio de 935 millones de dólares previstos para la fase 3 se dividen en una parte fija y otra variable. La fija es el 5% del coste de operar y mantener el sistema (personal, equipamiento, energía y suministros) y la variables es un 15% vinculado a la eficiencia del servicio y el ahorro de costes. Los costes de operación están valorados en 4.676 millones de dólares (4.306 millones de euros) para los 16 años de explotación, lo que implican unos 292 millones de dólares al año de media, una cifra similar a los ingresos que logra el operador ferroviario por explotar el corredor del Sur (Madrid-Sevilla-Málaga).
La fase de diseño y operación, que va desde 2020 hasta 2026, contempla unos ingresos de 311 millones de cuales puede obtener un beneficio "sin riesgo de demanda" de hasta 52 millones consistente en un 5% fijo de los costes de la fase (259,5 millones) y un 15% variables basado en una buena ejecución. Así, el beneficio mínimo asegurado para Renfe es de 245 millones de dólares (225,6 millones de euros al cambio actual) .
Contratar 1.200 personas
Tras la firma del precontrato, que será presentado en el Consejo de Administración del lunes, Renfe tiene unos meses por delante para negociar la redacción del contrato definitivo y cerrar flecos antes de firmar el acuerdo definitivo en verano y empezar a contratar y formar a los más de 1.200 trabajadores locales necesarios para la puesta en marcha y explotación de la línea de alta velocidad. El operador ferroviario prevé arrancar la fase de contratación este año siempre y cuando el promotor del corredor haya cerrado la financiación del proyecto, que todavía está en el aire.
Y es que, el AVE de Texas es la primera línea de alta velocidad impulsada por la iniciativa privada y Texas Central ahora necesita cerrar acuerdos con distintos fondos inversión para lograr los 20.000 millones de dólares (18.418 millones de euros) previstos para que el proyecto sea realidad. Así, aunque los trenes ya están precomprados, ya se ha adjudicado a la italiana Sailini Impreglio la construcción de la vía por 14.000 millones de dólares y cuenta con el banco japonés JBIC como financiador, todo sigue pendiente del "financial close" del proyecto, explican fuentes de Renfe.
Tren bala en Texas
El tren que Texas Central ha elegido para conseguir que las 50.000 personas que viajan al menos una vez a la semana entre Houston y Dallas elijan el AVE como medio de transporte es el famoso tren bala japonés. En concreto, el grupo ha elegido la nueva versión N700S que empezará a circular en Tokio en verano de 2020, coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos. Según informa el fabricante, el nuevo tren alcanza una velocidad máxima de 360 kilómetros por hora (km/h) aunque se vende con una estimación de velocidad media de 285 km/h que ha llevado al operador a calcular que tardará 90 minutos en recorrer los 386 km de vía que conectará ambas ciudades. Otra de las ventajas de este modelo es que cuenta con baterías de litio para seguir funcionando si se cae la tensión, menor consumo de electricidad, menores tiempos de frenado y asientos reclinables.
Renfe ha informado que Texas Central está estudiando desarrollar otra vía que conecte Houston con Austin y San Antonio, lo que podría alargar su contrato.